Cuaresma

El Miércoles de Ceniza, este año el 5 de marzo, la Iglesia marca el inicio de la Cuaresma, tiempo de preparación a la Pascua que termina el Jueves Santo después de mediodía, recordándonos a los cristianos que somos creaturas, que esta vida es tan sólo una preparación y que nuestro verdadero destino es llegar a Dios en la vida eterna.
Al momento de la imposición de la ceniza sobre nuestras cabezas, el sacerdote nos recuerda las palabras del Génesis, después del pecado original: «Recuerda, que eres polvo y al polvo volverás», que recuerdan a los fieles tres verdades fundamentales: su nada, su condición de pecadores y la realidad de la muerte.
El Miércoles de Ceniza invita a guardar ayuno, abstenerse de comer carne y se recomienda participar en la liturgia de la imposición de la ceniza.
El Arzobispo de Paraná presidirá la celebración que marca el inicio cuaresmal, en la Catedral Metropolitana a las 20:00 hs.

Mensaje del Papa
«Caminemos juntos este camino con la esperanza de una promesa. Que la esperanza que no defrauda, mensaje central del Jubileo, sea para nosotros el horizonte del camino cuaresmal hacia la victoria pascual», expresó  el Papa Francisco en su mensaje fechado el 6 de febrero de 2025, ocho días antes de su internación. El escrito, fue publicado por el Vaticano, el pasado martes 25 de febrero.  
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Mensaje del Arzobispo
Por su parte, el arzobispo de Paraná, monseñor Juan Alberto Puiggari, invitó a “prepararnos para la Pascua, dejando que Dios sea el centro de nuestra vida”.“El llamado a la conversión que nos hace la Cuaresma es una invitación a dar un paso de madurez en nuestra Fe. Es un tiempo para dejarnos interpelar por Dios que nos invita a renovar el entusiasmo de caminar juntos en esperanza, de hacer una profunda experiencia de Iglesia”, subrayó en su mensaje cuaresmal. 
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Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma

«Caminemos juntos este camino con la esperanza de una promesa. Que la esperanza que no defrauda, mensaje central del Jubileo, sea para nosotros el horizonte del camino cuaresmal hacia la victoria pascual», expresó  el Papa Francisco en su mensaje fechado el 6 de febrero de 2025, ocho días antes de su internación. El escrito, fue publicado por el Vaticano, el pasado martes 25 de febrero.

Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma 2025: Caminemos juntos en la esperanza, 25.02.2025

Publicamos a continuación el Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma de 2025 sobre el tema «Caminemos juntos en la esperanza».

Caminemos juntos en la esperanza

Mensaje del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas:

Con el signo penitencial de las cenizas en la cabeza, iniciamos la peregrinación anual de la santa cuaresma, en la fe y en la esperanza. La Iglesia, madre y maestra, nos invita a preparar nuestros corazones y a abrirnos a la gracia de Dios para poder celebrar con gran alegría el triunfo pascual de Cristo, el Señor, sobre el pecado y la muerte, como exclamaba san Pablo: «La muerte ha sido vencida. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está tu aguijón?» ( 1 Co 15,54-55). Jesucristo, muerto y resucitado es, en efecto, el centro de nuestra fe y el garante de nuestra esperanza en la gran promesa del Padre: la vida eterna, que ya realizó en Él, su Hijo amado (cf. Jn 10,28; 17,3) [1].

En esta cuaresma, enriquecida por la gracia del Año jubilar, deseo ofrecerles algunas reflexiones sobre lo que significa caminar juntos en la esperanza y descubrir las llamadas a la conversión que la misericordia de Dios nos dirige a todos, de manera personal y comunitaria.

Antes que nada, caminar. El lema del Jubileo, “Peregrinos de esperanza”, evoca el largo viaje del pueblo de Israel hacia la tierra prometida, narrado en el libro del Éxodo; el difícil camino desde la esclavitud a la libertad, querido y guiado por el Señor, que ama a su pueblo y siempre le permanece fiel. No podemos recordar el éxodo bíblico sin pensar en tantos hermanos y hermanas que hoy huyen de situaciones de miseria y de violencia, buscando una vida mejor para ellos y sus seres queridos. Surge aquí una primera llamada a la conversión, porque todos somos peregrinos en la vida. Cada uno puede preguntarse: ¿cómo me dejo interpelar por esta condición? ¿Estoy realmente en camino o un poco paralizado, estático, con miedo y falta de esperanza; o satisfecho en mi zona de confort? ¿Busco caminos de liberación de las situaciones de pecado y falta de dignidad? Sería un buen ejercicio cuaresmal confrontarse con la realidad concreta de algún inmigrante o peregrino, dejando que nos interpele, para descubrir lo que Dios nos pide, para ser mejores caminantes hacia la casa del Padre. Este es un buen “examen” para el viandante.

En segundo lugar, hagamos este viaje juntos. La vocación de la Iglesia es caminar juntos, ser sinodales [2]. Los cristianos están llamados a hacer camino juntos, nunca como viajeros solitarios. El Espíritu Santo nos impulsa a salir de nosotros mismos para ir hacia Dios y hacia los hermanos, y nunca a encerrarnos en nosotros mismos [3]. Caminar juntos significa ser artesanos de unidad, partiendo de la dignidad común de hijos de Dios (cf. Ga 3,26-28); significa caminar codo a codo, sin pisotear o dominar al otro, sin albergar envidia o hipocresía, sin dejar que nadie se quede atrás o se sienta excluido. Vamos en la misma dirección, hacia la misma meta, escuchándonos los unos a los otros con amor y paciencia.

En esta cuaresma, Dios nos pide que comprobemos si en nuestra vida, en nuestras familias, en los lugares donde trabajamos, en las comunidades parroquiales o religiosas, somos capaces de caminar con los demás, de escuchar, de vencer la tentación de encerrarnos en nuestra autorreferencialidad, ocupándonos solamente de nuestras necesidades. Preguntémonos ante el Señor si somos capaces de trabajar juntos como obispos, presbíteros, consagrados y laicos, al servicio del Reino de Dios; si tenemos una actitud de acogida, con gestos concretos, hacia las personas que se acercan a nosotros y a cuantos están lejos; si hacemos que la gente se sienta parte de la comunidad o si la marginamos [4]. Esta es una segunda llamada: la conversión a la sinodalidad.

En tercer lugar, recorramos este camino juntos en la esperanza de una promesa. La esperanza que no defrauda (cf. Rm 5,5), mensaje central del Jubileo [5], sea para nosotros el horizonte del camino cuaresmal hacia la victoria pascual. Como nos enseñó el Papa Benedicto XVI en la Encíclica Spe salvi, «el ser humano necesita un amor incondicionado. Necesita esa certeza que le hace decir: “Ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna podrá apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro” ( Rm 8,38-39)» [6]. Jesús, nuestro amor y nuestra esperanza, ha resucitado [7], y vive y reina glorioso. La muerte ha sido transformada en victoria y en esto radica la fe y la esperanza de los cristianos, en la resurrección de Cristo.

Esta es, por tanto, la tercera llamada a la conversión: la de la esperanza, la de la confianza en Dios y en su gran promesa, la vida eterna. Debemos preguntarnos: ¿poseo la convicción de que Dios perdona mis pecados, o me comporto como si pudiera salvarme solo? ¿Anhelo la salvación e invoco la ayuda de Dios para recibirla? ¿Vivo concretamente la esperanza que me ayuda a leer los acontecimientos de la historia y me impulsa al compromiso por la justicia, la fraternidad y el cuidado de la casa común, actuando de manera que nadie quede atrás?  

Hermanas y hermanos, gracias al amor de Dios en Jesucristo estamos protegidos por la esperanza que no defrauda (cf. Rm 5,5). La esperanza es “el ancla del alma”, segura y firme [8]. En ella la Iglesia suplica para que «todos se salven» ( 1 Tm 2,4) y espera estar un día en la gloria del cielo unida a Cristo, su esposo. Así se expresaba santa Teresa de Jesús: «Espera, espera, que no sabes cuándo vendrá el día ni la hora. Vela con cuidado, que todo se pasa con brevedad, aunque tu deseo hace lo cierto dudoso, y el tiempo breve largo» ( Exclamaciones del alma a Dios, 15, 3) [9].

Que la Virgen María, Madre de la Esperanza, interceda por nosotros y nos acompañe en el camino cuaresmal.

Roma, San Juan de Letrán, 6 de febrero de 2025, memoria de los santos Pablo Miki y compañeros, mártires.

FRANCISCO

___________________

[1] Cf. Carta enc. Dilexit nos (24 octubre 2024), 220.

[2] Cf. Homilía en la Santa Misa por la canonización de los beatos Juan Bautista Scalabrini y Artémides Zatti (9 octubre 2022).

[3] Cf. ibíd.

[4] Cf. ibíd.

[5] Cf. Bula Spes non confundit, 1.

[6] Carta enc. Spe salvi (30 noviembre 2007), 26.

[7] Cf. Secuencia del Domingo de Pascua.

[8] Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 1820.

[9] Ibíd., 1821.

Seminario Catequístico

Desde la Junta Arquidiocesana de Catequesis, informan que está abierta la inscripción al Seminario Catequístico, un camino de formación destinado a catequistas y agentes de pastoral, que busca brindar un acompañamiento fraterno que ayude a abrazar el ser, saber, saber estar con y saber hacer del catequista.
«Hoy, se hace necesario ahondar en nuestra vocación de evangelizadores e instrumentos en la iniciación a una Vida Nueva en Cristo, con el fin de propiciar nuevas formas que den respuesta a las exigencias y particularidades de este tiempo».

La modalidad es virtual y 4 jornadas presenciales durante 2 años y 3 meses.

Inicio: 6 de marzo / Inscripción hasta el 4 de marzo.

Formulario de inscripción: bit.ly/seminariocatequistico2025

Whatsapp para consultas: 343 4057119

Encuentro Nacional de Delegados Diocesanos de la IAM

El fin de semana pasado, 15 y 16 de febrero, se llevó a cabo en la sede de Obras Misionales Pontificias en Buenos Aires, el Encuentro Nacional de Delegados Diocesanos de Infancia y Adolescencia Misionera (IAM). El encuentro contó con la presencia del equipo nacional y del director nacional de Obras Misionales Pontificias el presbítero Fernando Sánchez.

Participaron alrededor de 60 delegados de todo el país. La diócesis de Paraná estuvo representada por el delegado y coordinadores, Miguel Miño, Adrián Díaz y Ana Clara Berns.

El encuentro tuvo sus momentos de oración y celebración, de formación y trabajos en grupo, y de convivencia y recreación. Seis temas se abordaron durante las dos jornadas: el lema “Misioneros de esperanza entre los pueblos”; la Iglesia sinodal misionera; el Perfil del Delegado Diocesano de la IAM; la Inclusión; el Jubileo 2025 y la información concerniente a la vida y misión de la IAM.

  En el espacio dedicado al trabajo por región los equipos que componen la región litoral compartieron la marcha de la IAM en cada diócesis. En el intercambio se puso en común el modo de trabajar y se evaluó qué aspectos fortalecer, cómo acompañar desde lo diocesano cada grupo parroquial y de qué manera generar un trabajo en red interdiocesano.

Asamblea Anual de Directores de Obras Misionales Pontificias

Del 5 al 7 de febrero se desarrolló la Asamblea Anual de Directores de Obras Misionales Pontificias Argentina (OMP). Durante el encuentro, se evaluó el año 2024 bajo el eje de la misión “aquí” y se proyectó el 2025 con la mirada puesta en el “allá”, bajo el lema: “Misioneros de la esperanza entre los pueblos”.

Durante el encuentro se trabajó por regiones y se definieron líneas de acción y objetivos para este año. En este sentido, la Región Litoral propuso la creación de un espacio de formación regional abierto a todos, con especial enfoque en los laicos, protagonistas de los areópagos actuales. La intención es animar a vivir la vocación laical con espíritu misionero, llevando el Evangelio a sus propios espacios de convivencia.

La formación tendrá una dinámica regional, con una invitación abierta a todas las diócesis. Cada diócesis organizará un encuentro mensual.

Los encuentros serán el segundo miércoles de cada mes, de mayo a octubre, de 21:00 a 23:00 abordando diferentes ámbitos de misión:

  • Misioneros de la esperanza en el mundo del trabajo – Concordia
  • Misioneros de la esperanza en la educación – Paraná
  • Misioneros de la esperanza en el arte y la cultura – Rosario
  • Misioneros de la esperanza en el continente digital – Rafaela
  • Misioneros de la esperanza en ambientes vulnerables – Santa Fe
  • Misioneros digitales en el mundo de las adicciones – Gualeguaychú

Comunicación La Asamblea contó con la presencia del Pbro. Máximo Jurcinovic, director de la Oficina de Comunicación de la Conferencia Episcopal Argentina, quien ofreció una reflexión sobre “Comunicación y misión”, destacando el papel fundamental de la evangelización en el mundo actual.

Misiones de Verano: Parroquia Nuestra Señora de Luján

El grupo misionero de la parroquia Nuestra Señora de Luján llevó adelante una hermosa misión de verano en la parroquia Santa Rosa, en el barrio San Cayetano. Durante esos días, cerca de 30 jóvenes, llenos de entusiasmo y compromiso, recorrieron las casas llevando un mensaje de fe y esperanza a las familias del barrio. Además, se celebraron misas y se organizaron encuentros para chicos, jóvenes y adultos, generando momentos de reflexión, alegría y comunión. Como cierre, participaron de una emotiva procesión hacia la iglesia parroquial, que este año es templo jubilar por el Año de la Esperanza, fortaleciendo aún más la vivencia de la fe y el espíritu comunitario.

Misiones de Verano: Grupo Nuestra Sra. de la Merced, Cerrito

Compartimos un breve testimonio de la experiencia del Grupo Misionero Ntra. Sra. de la Merced, Cerrito que estuvo misionando del 26 al 30 de diciembre en la localidad de El Palenque.

“Este año abordamos la carta encíclica del Papa Francisco Dilexit Nos (nos amó), sobre la importancia del corazón humano.

Nuestro lema fue Cristo es el corazón del mundo.

Nos alojamos en el salón de la comuna. Fuimos unos 15 misioneros, algunos días éramos más. Cómo cada año la gente nos acompañó mucho con las oraciones y donaciones para que podamos realizar esta misión.

Nuestro cronograma:

Por la mañana salíamos a visitar los hogares de la localidad y también a la zona rural. Por la tarde hacíamos actividades con los chicos, a las 20 hs. misa, celebradas por nuestro párroco Pbro. José María Bustamante y luego realizamos alguna actividad con la comunidad como una peregrinación, rosario viviente y pesebre viviente.

El domingo 30 hicimos un fogón con la participación de algunos artistas locales, para ir cerrando nuestras actividades. La gente nos acompañó mucho todos los días, y agradeció que fuimos”.

Calendario

Apertura: 29 de Diciembre de 2024

Cierre: 28 de Diciembre de 2025

Oración del Jubileo

Padre que estás en el cielo,

la fe que nos has donado en

tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano,

y la llama de caridad

infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo,

despierten en nosotros la bienaventurada esperanza

en la venida de tu Reino.

Tu gracia nos transforme

en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio

que fermenten la humanidad y el cosmos,

en espera confiada

de los cielos nuevos y de la tierra nueva,

cuando vencidas las fuerzas del mal,

se manifestará para siempre tu gloria.

La gracia del Jubileo

reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza,

el anhelo de los bienes celestiales

y derrame en el mundo entero

la alegría y la paz

de nuestro Redentor.

A ti, Dios bendito eternamente,

sea la alabanza y la gloria por los siglos.

Amén.

S.S. Francisco

Indulgencias

La indulgencia es una manifestación concreta de la misericordia de Dios, que supera los límites de la justicia humana y los transforma. Este tesoro de gracia se hizo historia en Jesús y en los santos: viendo estos ejemplos, y viviendo en comunión con ellos, la esperanza del perdón y del propio camino de santidad se fortalece y se convierte en una certeza. La indulgencia permite liberar el propio corazón del peso del pecado, para poder ofrecer con plena libertad la reparación debida.

Concretamente, esta experiencia de misericordia pasa a través de algunas acciones espirituales que son indicadas por el Papa. Aquellos que, por enfermedad u otra causa, no puedan realizar la peregrinación están invitados, de todos modos, a tomar parte del movimiento espiritual que acompaña a este Año, ofreciendo su sufrimiento y su vida cotidiana y participando en la celebración eucarística.

ACCIONES ENRIQUECIDAS CON EL DON DE LA INDULGENCIA PLENARIA DURANTE EL JUBILEO 2025

  • Peregrinaciones a los lugares sagrados jubilares

(culminando en ellos con alguna celebración litúrgica o de piedad popular. Ejm.

Santa Misa, Celebración de la Palabra de Dios, Liturgia de las Horas, Vía Crucis,

Santo Rosario, Himno del Akathistos, Celebración Penitencial con confesión

sacramental).

  • Visitas a los lugares sagrados jubilares

 (realizando allí, durante un tiempo adecuado, Adoración eucarística y meditación,

concluyendo con la recitación del Padre Nuestro, del Credo y de invocaciones a

la Bienaventurada Virgen María, pidiendo poder experimentar su cercanía).

  • Ofrecimiento de los sufrimientos y dificultades de la propia vida

por parte de los enfermos, de los reclusos, de quienes los atienden.

(recitando donde puedan – casa, capilla de monasterio, de hospital o de cárcel –

el Padre Nuestro, el Credo y otras oraciones conforme a las finalidades del Año

Santo)

  • Obras de misericordia

(corporales y espirituales)

  • Viviendo penitencialmente el día viernes

(ayuno – oración – limosna)