«Vivamos este nuevo Kairós». Mensaje a la Arquidiócesis

Querida comunidad diocesana

Comenzando la Novena de Pentecostés y en espera gozosa de la gracia del Espíritu Santo quiero llegar a Uds con la seguridad de que Dios sigue pasando por nuestras vidas.

En estos días experimentamos concretamente el amor de Dios Padre en el don de un nuevo Obispo para nuestra querida Iglesia de Paraná.

Quiero invitarlos a que todos vivamos la llegada de Mons. Raúl Martín como un verdadero “kairós”, como un tiempo especial de Gracia en el cual Dios Padre nos sigue bendiciendo.

A Uds sacerdotes y diáconos que sostienen y guían la vida de las Comunidades los invito a que reaviven el don recibido y que animen al Pueblo de Dios a rezar por el nuevo Pastor.

A Uds consagrados, que con sus vidas son un signo de la presencia de Dios, les pido que con su oración y entrega silenciosa imploren a Dios Padre para que Él bendiga al nuevo Pastor y a la Comunidad Diocesana.

A Uds, queridos laicos, que hacen presente al Dios Vivo en las realidades cotidianas y sostienen con alegría y entrega la evangelización, los aliento a renovar la alegría del Evangelio y el deseo de seguir trabajando con sus pastores por la extensión del Reino.

Que este Pentecostés nos encuentre como a la primera comunidad cristiana: unidos en oración y en torno a María Santísima implorando la venida del Espíritu que éste nos renueve y nos impulse con entusiasmo para anunciar a su Hijo.

Madre del Rosario
“Santifica y fortalece a Monseñor Raúl Martin, enciende en su corazón un fuego que jamás se extinga.
Y a nosotros, Pueblo de Dios, únenos a Ti en la tierra y llévanos contigo al Cielo”.

Monseñor Juan Alberto Puiggari
Administrador Apostólico

Mensaje del arzobispo electo, Mons. Raúl Martín

Queridos hermanos.

He recibido con sorpresa y gran esperanza, la noticia de que el Santo Padre el Papa León XIV, me ha nombrado como Pastor de esa Arquidiócesis de Paraná.

Agradezco a Dios que vuelve a confiarme este ministerio, ahora entre ustedes hermanos paranaenses, donde quiero unirme al caminar de esta Iglesia particular, a la historia tan rica de esta Iglesia, y al servicio de ustedes como lo hicieron mis predecesores, especialmente el Cardenal Estanislao Esteban Karlic y Mons. Juan Alberto Puiggari.
Quiero desde ahora, alcanzarles un fuerte abrazo hecho oración, hasta que pronto, comencemos a caminar juntos.

Me toca también en este tiempo, ir dejando esta querida tierra pampeana, llevando en mi corazón tantos rostros y corazones con quienes hemos compartido un profundo tiempo de nuestras vidas.

A unos y todos, mi oración y la bendición de este Dios que tanto nos ama.
Que María, Señora de La Pampa, Nuestra Señora del Rosario, nos acerque en el corazón de su Hijo Jesús.

Raúl Martín, arzobispo electo de Paraná.

Oración

Señor de la mies y Pastor del rebaño:
Tú que nos quieres conducir por medio de los Apóstoles, concédenos un
corazón abierto para recibir los dones con que nos bendices.
Por eso te pedimos como Iglesia que peregrina en Paraná, que concedas a
nuestro nuevo arzobispo, Monseñor Raúl Martín, ser Padre y Pastor según tu corazón.
Que nos alimente con la riqueza de tu Palabra y con el Pan de la Eucaristía.
Que por su santidad sea testigo de tu Reino.
Que su trabajo pastoral fructifique en una Iglesia viva.
Que sea un pastor infatigable que anime, sostenga, consuele y encienda el
ardor apostólico en los sacerdotes, consagrados y laicos.
Que presida en la caridad a sus presbíteros y diáconos y que su corazón de
pastor refleje en nuestra querida Iglesia de Paraná tu corazón de misericordia.
Amén.
Nuestra Señora del Rosario, ruega por nosotros.

Biografía

Monseñor Raúl Martín

Nació en Buenos Aires el 9 de octubre de 1957; ordenado sacerdote el 17 de noviembre de 1990 en el estadio Luna Park de Buenos Aires por el entonces arzobispo de Buenos Aires, cardenal Antonio Quarracino.

Fue elegido obispo titular de Troina y auxiliar de Buenos Aires el 1 de marzo de 2006 por Benedicto XVI y consagrado obispo el 20 de mayo de 2006 en la catedral de Buenos Aires por el cardenal Jorge Mario Bergoglio SJ, arzobispo de Buenos Aires (coconsagrantes: Mons. Guillermo Rodríguez-Melgarejo, obispo de San Martín, y Mons. Jorge Eduardo Lozano, obispo de Gualeguaychú).

El 24 de septiembre de 2013, el papa Francisco lo nombró obispo de Santa Rosa; tomó posesión e inició su ministerio pastoral como el sexto obispo de Santa Rosa el 30 de noviembre de 2013.

En la Conferencia Episcopal Argentina es miembro del Consejo de Asuntos Económicos.

Es Profesor de Teología (por la Universidad Católica Argentina).

Fuente: AICA

El papa León XIV nombró un nuevo arzobispo para la arquidiócesis de Paraná

Su Santidad, el papa León XIV aceptó la renuncia de monseñor Juan Alberto Puiggari al gobierno pastoral de la arquidiócesis de Paraná y nombró arzobispo metropolitano de la misma circunscripción eclesiástica a monseñor Raúl Martín, de 67 años, hasta ahora, obispo de Santa Rosa.

Al mismo tiempo, se informa que monseñor Puiggari, será administrador apostólico hasta la toma de posesión canónica del nuevo arzobispo.

La noticia fue dada a conocer en forma simultánea, como es de práctica, en Roma y en Buenos Aires. Aquí lo hizo esta mañana a través de AICA el nuncio apostólico, monseñor Miroslaw Adamczyk.

Monseñor Raúl Martín

Nació en Buenos Aires el 9 de octubre de 1957; ordenado sacerdote el 17 de noviembre de 1990 en el estadio Luna Park de Buenos Aires por el entonces arzobispo de Buenos Aires, cardenal Antonio Quarracino.

Fue elegido obispo titular de Troina y auxiliar de Buenos Aires el 1 de marzo de 2006 por Benedicto XVI y consagrado obispo el 20 de mayo de 2006 en la catedral de Buenos Aires por el cardenal Jorge Mario Bergoglio SJ, arzobispo de Buenos Aires (coconsagrantes: Mons. Guillermo Rodríguez-Melgarejo, obispo de San Martín, y Mons. Jorge Eduardo Lozano, obispo de Gualeguaychú).

El 24 de septiembre de 2013, el papa Francisco lo nombró obispo de Santa Rosa; tomó posesión e inició su ministerio pastoral como el sexto obispo de Santa Rosa el 30 de noviembre de 2013.

En la Conferencia Episcopal Argentina es miembro del Consejo de Asuntos Económicos.

Es Profesor de Teología (por la Universidad Católica Argentina).

Fuente: AICA

Fiesta Patronal del Seminario

El Seminario Arquidiocesano de Paraná, “Nuestra Señora del Cenáculo”, celebra su Patronal el domingo 8 de junio, día de Pentecostés.

En tanto, en los días previos tendrá lugar el Triduo Patronal, que se desarrollará del siguiente modo:

5 de junio:

19:00: Misa con consagrados, misioneros y movimientos laicales.

20:00:  Adoración al Santísimo, pidiendo por las vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras.

6 de junio:

19:00: Misa con el Colegio Secundario Nuestra Señora del Cenáculo.

20:00:  Certamen de canciones a María Santísima. Presentación de Escuela Coral Mario Monti.

7 de junio:

19:00: Misa con jóvenes.

20:00: Encuentro con jóvenes.

22:00: Vigilia litúrgica.

22:30: Chocolate y compartir en el comedor.

El día de Pentecostés, monseñor Juan Alberto Puiggari, presidirá la santa misa a las 11:00. luego, a las 13:00, almuerzo patronal.

Nueva edición de la Peregrinación Paraná – Nogoyá

Del 13 al 16 de julio se realizará la XVII° Peregrinación Paraná – Nogoyá, bajo el lema «Madre del Carmen, ayúdanos a ser Peregrinos de Esperanza».

La intención por la cual se peregrina en esta oportunidad es “para que el presente Año Jubilar nos ayude a crecer, como Iglesia de Paraná, en la virtud de la Esperanza”.            

Objetivos

* Revitalizar la Basílica Nuestra Señora del Carmen de Nogoyá como Santuario: el primero de la Arquidiócesis de Paraná y de la Provincia de Entre Ríos.

* Pedir a la Bienaventurada Virgen del Carmen por la Arquidiócesis de Paraná y sus necesidades.

Las inscripciones pueden realizarse hasta el 16 de junio y los peregrinos pueden realizar el trayecto caminando, en bicicleta o de manera virtual. 

Mas información:

Tel: 54 343 5027530

Facebook: Peregrinación Paraná Nogoya

Correo Electronico: peregrinacionparananogoya@gmail.com

Obispos de la Diócesis Paranaense

CREACIÓN DE LA DIÓCESIS PARANAENSE

Texto de la Bula de creación de la DIÓCESIS DE PARANÁ en traducción notarial del Gobierno de la Confederación Argentina . Ano 1859

OBISPOS DE LA DIÓCESIS PARANAENSE

MONS. LUIS JOSÉ GABRIEL SEGURA Y CUBAS

(1803-1862)
Primer Obispo de Paraná 
(Entre 1860-1862)

Catamarqueño de origen, se convirtió en Obispo de Paraná en 1860, durante el pontificado de Pío IX, a los cincuenta y siete años de edad. Fue obispo durante dos años hasta su fallecimiento en Paraná el 13 de octubre de 1862 a los cincuenta y nueve años de edad. Sus restos descansan en la Catedral de Paraná. 

MONS. JOSÉ MARÍA GELABERT Y CRESPO

(1820-1897)
Segundo Obispo de Paraná 
(Entre 1865-1883)

Santafecino de origen, se convirtió en Obispo de Paraná en 1865, durante el pontificado de Pío IX, a los cuarenta y cinco años de edad. A él se debe la actual Catedral de Paraná, el Palacio episcopal y el proyecto inacabado de la Catedral de Santa Fe. Fue obispo durante dieciocho años hasta que se retiró a Santo Tomé en 1883. Falleció en Santa Fe el 23 de noviembre de 1897 a los setenta y siete años de edad. Sus restos descansan en la Catedral de Santa Fe. 

MONS. ROSENDO DE LA LASTRA Y GORDILLO

(1856-1909)
Tercer Obispo de Paraná 
(Entre 1892-1909)

Cordobés de origen, se convirtió en Obispo de Paraná en 1892, durante el pontificado de León XIII, a los treinta y seis años de edad. Se graduó como Doctor en Teología en la Universidad de Córdoba. Fundó el Seminario paranaense en 1.899. Fue Padre conciliar durante el Concilio Vaticano I (1869-1870). Fue obispo de Paraná durante diecisiete años y falleció el 3 de julio de 1909 a los cincuenta y tres años de edad. Su lema episcopal  era «CARITAS CHRISTI URGET NOS». Sus restos descansan en la Catedral de Paraná.

MONS. ABEL BAZÁN Y BUSTOS

(1867-1926)
Cuarto Obispo de Paraná 
(Entre 1910 -1926)

Riojano de origen, se convirtió en Obispo de Paraná en 1910, durante el pontificado de San Pío X, a los cuarenta y tres años de edad. Se graduó como Doctor en Filosofía y Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Fue obispo de Paraná durante dieciséis años y falleció en Buenos Aires el 25 de abril de 1926 a los cincuenta y ocho años de edad. Su lema episcopal fue «ERAT SUBDITUS ILLIS». Sus restos descansan en la Catedral de Paraná.

MONS. JULIAN PEDRO MARTINEZ

(1881-1966)
Quinto Obispo de Paraná 
(Entre 1927-1934)

Entrerriano de origen, se convirtió en Obispo de Paraná en 1927, durante el pontificado de Pío XI, a los cuarenta y seis años de edad. Fue el primer sacerdote egresado del Seminario de Paraná. Fue obispo de Paraná durante siete años, renunciando en 1934. Falleció el 26 de junio de 1966 a los ochenta y cinco años de edad. Su lema episcopal fue «IN SPE ERIT FORTITUDO VESTRA». Sus restos descansan en la Catedral de Paraná.

MONS. ZENOBIO LORENZO GUILLAND

(1890-1962)
Sexto Obispo de Paraná
Primer Arzobispo
(Entre 1934 -1962)

Bonaerense de origen, se convirtió en Arzobispo de Paraná en 1934, durante el pontificado de Pío XI, a los cuarenta y cuatro años de edad. Se graduó como Doctor en Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Hizo construir e inauguró el nuevo Seminario diocesano en 1952. Fue Arzobispo durante veintiocho años. Falleció el 12 de febrero de 1962 a los setenta y dos años de edad. Su lema episcopal fue «OPORTET ILLUM REGNARE». Sus restos descansan en el Seminario Arquidiocesano de Paraná.

MONS. ADOLFO SERVANDO TORTOLO

(1911-1986)
Séptimo Obispo de Paraná 
Segundo Arzobispo
(Entre 1963 -1986)

Bonaerense de origen, se convirtió en Arzobispo de Paraná en 1963, durante el pontificado de Juan XXIII, a los cincuenta y un años de edad (era Obispo desde 1956). Fue Padre conciliar en el Concilio Vaticano II y Presidente del Episcopado argentino durante dos períodos consecutivos entre 1970 y 1976. Fue Arzobispo de Paraná durante veintitrés años. Falleció el 1 de abril de 1986 a los setenta y cinco años de edad. Su lema episcopal fue «DILECTIO». Sus restos descansan en la Catedral de Paraná.

Homilía del Tedeum del 25 de Mayo

El Arzobispo de Paraná, Mons. Juan Alberto Puiggari, en la celebración del Tedeum y ante la presencia de Gobernador de la provincia Rogelio Frigerio, la Presidenta Municipal de Paraná, Rosario Romero y demás funcionarios provinciales, municipales, Jefes de Fuerzas Armadas, Militares y de Seguridad, agradeció por la historia argentina y la gesta de 1810. Destacó la diversidad cultural de Entre Ríos. Recordó las enseñanzas del Papa Francisco sobre la cultura del encuentro, la unidad y la fraternidad, invitando a superar la polarización y reconstruir los lazos sociales con solidaridad y reconciliación. Instó a los ciudadanos a comprometerse con el bien común y a «ponerse la Patria al hombro», superando el individualismo y trabajando por una Argentina justa y sin excluidos, bajo la protección de la Virgen de Luján, Patrona de la Argentina.

Compartimos el texto completo.

HOMILÍA TEDEUM 25 DE MAYO DE 2025

Catedral de Paraná

Queridos hermanos:

Hoy, en esta celebración del Tedeum, nos reunimos como Pueblo de Dios para dar gracias al Señor por el don de la  historia que compartimos y por la esperanza que nos anima. En este 25 de mayo, recordamos la gesta de 1810 cuando nuestros próceres dieron un paso decisivo hacia la independencia y la construcción de una nación libre y soberana.

Nuestra provincia, Entre Ríos, es un territorio bendecido por la abundancia de ríos, arroyos y lagunas que nutren nuestra tierra y nuestra vida. Somos una provincia marcada por la diversidad cultural, donde conviven las huellas de los pueblos originarios, con las tradiciones de los inmigrantes europeos que llegaron en el siglo XIX, aportando su fe, trabajo y alegría.

 Así se formó la compleja cultura que nos caracteriza. Es necesario respetar y honrar esos orígenes, no para quedarnos anclados en el pasado, sino para valorar el presente y construir el futuro. No se puede mirar hacia adelante sin tener en cuenta el camino recorrido y honrar lo bueno de la propia historia. “Hacemos memoria del camino andado para abrir espacios al futuro” (Cardenal Jorge Bergoglio).

Toda celebración patria presenta una mirada al pasado en el que reconocemos nuestras raíces; una vivencia del presente que nos compromete y nos lleva a examinar nuestros logros, pero también nuestros límites y carencias; y una mirada hacia el futuro que nos llama al compromiso de todos para construir una Argentina mucho mejor para las futuras generaciones.

En esta oportunidad, permítanme recordar otro hecho histórico, la figura de nuestro querido Papa Francisco, recientemente fallecido. Como homenaje a quien todos coinciden en considerar como el argentino más importante de la historia, quisiera recordar algunos de sus pensamientos que nos comprometen en el “hoy” de nuestra Patria.

El Papa Francisco nos invitaba a reconocer la riqueza de nuestra diversidad y a vivirla como una oportunidad para el encuentro y la fraternidad. En su encíclica Fratelli Tutti, nos recordó que «la unidad es superior al conflicto» y que «la fraternidad es el camino para la paz» (FT 228).

Vivimos tiempos de polarización y división, donde a menudo prevalecen la indiferencia y el descarte. El Papa Francisco nos llamó a construir una «cultura del encuentro», donde se valore a cada persona, especialmente a los pobres, los migrantes y los excluidos. En Fratelli Tutti, nos exhortó a «reconocer que todos somos hermanos» y a «trabajar juntos por un mundo más justo y fraterno» (FT 8).

Estamos llamados a salir de toda lógica de enfrentamiento estéril. Francisco insistió en que “la unidad es superior al conflicto” (Evangelii Gaudium, 228). La Argentina necesita de dirigentes con grandeza de espíritu, capaces de tender puentes, escuchar otras voces y buscar consensos duraderos.

Para refundar los vínculos sociales, tan debilitados en nuestra Patria, debemos apelar a la ética de la solidaridad. El punto de vista ordenador de esta cultura debe centrarse en el hombre, principio, sujeto y fin de toda actividad humana.

Urge recrear los lazos de la amistad social entre los argentinos para pacificar los corazones tan heridos y enfrentados. Es imprescindible la reconciliación para poder aspirar a una Nación que tenga pasión por la verdad y compromiso por el bien común.

Para quienes creemos en Cristo, la paz es fruto de la justicia, y esos valores sólo se logran con respeto y diálogo, con altura en la mirada, dejando de lado actitudes mezquinas, y sobre todo con humildad.

Necesitamos que todos los ciudadanos nos comprometamos en el bien común de la Patria; tenemos que  ponernos la Patria al hombro, como le gustaba decir a Francisco, cuando estaba en Argentina. Sin excepción, no tenemos derecho a la indiferencia, al individualismo, al desinterés o a mirar hacia otro lado. Nos necesita humildes, sencillos, disponibles, dispuestos a dar lo mejor de nosotros para que la Patria se levante.

 Hay dificultades, no las negamos. 

 Y frente a ellas tenemos que superar la parálisis frente al mal, vencer la tentación de la queja inútil, de la protesta por la protesta. Debemos reaccionar como Jesús, amando a la Patria, como exigencia del mandamiento que nos pide honrar al padre y a la madre, porque la Patria es el conjunto de bienes que hemos recibido como herencia de nuestros antepasados, es un bien común de todos los ciudadanos, y como tal, también es un gran deber.

Recibimos la Patria como un legado maravilloso y una tarea inacabada. Todos somos constructores y responsables de su futuro. No esperemos a ver qué hacen los otros; no miremos con indiferencia lo que no nos toca; despertemos de la inmadurez de pretender un estado paternalista. La Argentina es una obra de todos, que se hace con el deber de cada día, hecho con esfuerzo, con honestidad, pensando más en los otros que en el propio interés. Actitud que supone heroísmo para no cansarse, para no claudicar, para comenzar cada mañana en nuestro lugar, para creer y esperar que, con la Gracia de Dios, otra Argentina es posible legar a nuestros hijos.

Para poder realizar esta noble tarea, todos debemos superar los individualismos, los partidismos, los intereses egoístas y trabajar decididamente  por el bien común. Todos tenemos que sentirnos patriotas, como nuestros próceres de mayo.

En este día, en que se mezcla la preocupación y la esperanza, venimos aquí a implorar al Señor, que ilumine nuestro camino y fortalezca nuestros espíritus, especialmente que dé sabiduría y prudencia a nuestros gobernantes para que sean instrumentos de justicia, paz y solidaridad, en favor de los más necesitados particularmente.

Todo líder (político, social, empresarial, social, religioso) para ser un verdadero dirigente, ha de ser ante todo testigo. Es la ejemplaridad de la vida personal y el testimonio de la coherencia existencial…, es la aptitud de ir progresivamente interpretando al pueblo,…de expresar sus anhelos, sus dolores, su vitalidad, su identidad”.

Rezamos especialmente por tantos hermanos que están pasando un mal momento, para que no se cansen y tengan esperanza que, entre todos, con la Gracia de Dios, podemos colaborar para que tengan una vida digna.

La Argentina grande, sin excluidos, que anhelamos  todos, no se impone por un decreto ni por un arreglo de unos pocos.

No habrá cambios profundos si no renace, en todos los ambientes y sectores, una intensa mística del servicio, que ayude a despertar nuevas vocaciones de compromiso social y político.

Demos gracias a Dios e invoquemos la protección de Nuestra Señora de Luján, Patrona de la Argentina, para que nos dé el gusto por lo grande y noble; que nos preserve de la tentación de lo pequeño e inmediato; que no nos asuste el cansancio o las dificultades;  pero que sí nos asuste la falta de ideales que no nos permitan soñar con una Argentina en donde reine la paz, la justicia y el amor, que es la cumbre de aquel camino social que nos ha enseñado su Hijo Jesucristo Nuestro Señor.

Amén.

+ Monseñor Juan Alberto Puiggari

Arzobispo de Paraná

El Papa León XIV se comunicó con el Cardenal Estanislao E. Karlic

El martes 20 de mayo en horas de la tarde el Papa León XIV llamó al Cardenal Karlic desde Roma.

En español, con voz clara y serena, tal como lo hemos escuchado hablar, le dijo a monseñor que él personalmente le debía mucho, que la Iglesia había recibido muchos servicios valiosos de parte del Cardenal y que en la situación presente continuaba sirviéndola.

Finalmente le dijo que quería que supiera que la Iglesia rezaba por él y que él en persona también lo hacía. Al despedirse le deseó la paz. Fue un momento de mucha sencillez y de enorme gracia, que dejó una paz muy profunda.

Desde 2005 el Cardenal es miembro de la Orden de San Agustín, de la que en ese entonces el hoy Papa era Prior General. Por este motivo en todos sus viajes a Roma, se alojaba en la Casa Generalicia de los padres agustinos y tuvieron trato reiterado.

Recordamos que Monseñor Karlic, fue intervenido quirúrgicamente la semana pasada y desde entonces ha continuado su proceso de recuperación conforme a las condiciones propias de su edad.