El pasado jueves 5 de diciembre, Mons. Juan Alberto Puiggari bendijo la nueva sala “Bazán y Bustos” del Arzobispado de Paraná, destinada a ser un espacio desde el que la “cultura cristiana” en sus variadas expresiones, pueda conocerse y difundirse.
Al acto de inauguración fueron invitados el Vicario General, Mons. Hugo Eduardo Tánger; el Director General de Museos, Archivo y Patrimonio cultural de la Provincia, el museólogo Carlos Humberto Iriarte; representantes de la IAPSER (Fundación del Instituto Autárquico Provincial del Seguro); de la Pastoral de Turismo de la Catedral de Paraná; el Arq. Osvaldo Lara del Grupo Patrimonio del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Entre Ríos; la delegada de la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos, arquitecta Mariana Melhem; la Prof. Norma Fernández Doux; la Arquitecta Mariela Doce; el Ing. Raúl Cerini, director de la obra junto a la Arq. Lilia Santiago; el Ing. Samuel Madrid Páez y otras personalidades vinculadas al mundo del arte y la gestión patrimonial.
El Delegado para los Bienes Culturales de la Iglesia, Pbro. Lic. Daniel Silguero, comenzó dando la bienvenida a los presentes y explicando el origen, desarrollo y alcances del proyecto de difusión cultural que lleva adelante el Arzobispado de Paraná. Habló de la importancia de la Iglesia como promotora de cultura y de la historia de la Arquidiócesis de Paraná en materia patrimonial. Destacó la iniciativa del Card. Estanislao Karlic al crear el Museo Arquidiocesano “Abel Bazán y Bustos” que, si bien no pudo tener, como tal, la continuidad deseada, encuentra en este nuevo espacio, su expresión renovada en favor de la difusión de la cultura cristiana.
Dijo además “Queremos que este proyecto se integre en el circuito turístico y cultural de la provincia, no solo a través de la sala misma, sino también de las “visitas guiadas” y de los “encuentros de arte y patrimonio” que ya se vienen realizando; aspiramos también a que sea un lugar en el que los artistas cristianos encuentren un espacio para mostrar su arte y su inspiración, expresadas a través de la pintura, la escultura, la música y las letras”.
El Arzobispo destacó la importancia de que “el mensaje del arte cristiano llegue a todos a través del lenguaje universal de la belleza, por todos conocido y por todos aceptado”. Subrayó que “el camino de la belleza tiene que ser un camino siempre abierto para que el evangelio de Jesús llegue a todos, en especial a aquellos que, no estando inmediatamente abiertos a un discurso propiamente religioso, pueden llegar a través de él, a su Autor, la Belleza increada”.
Luego de la bendición, la Lic. Geraldine Fernández, de la Academia Nacional de Bellas Artes y el Arquitecto Marcelo Olmos, ofrecieron a los presentes, una disertación sobre la importancia de la conservación y restauración del patrimonio histórico- artístico, haciendo memoria del proyecto interprovincial de la Fundación Antorchas en el Taller de Restauración de Arte (TAREA) entre los años 1987 y 1997. Se presentaron varias de las obras de arte intervenidas por el taller de restauración.