Este 11 de octubre el padre José Ignacio Dabusti, llegará de Buenos Aires trayendo la reliquia del Beato Juan Pablo I.

Sera recibido por nuestro Arzobispo Mons. Puiggari a las 10 de la mañana, luego presidirá la misa en Catedral, concelebrando con Mons. Tanger, Vicario General y Párroco de la Catedral.

A las 11,30 partirá la caravana acompañando su camino hasta la parroquia Inmaculado Corazón de María. La misma recorrerá las calles: Su Santidad Francisco, Corrientes hasta Laprida, Larramendi, Procesión Náutica hasta llegar a Parroquia donde se realizará la entronización y luego se compartirá un almuerzo en comunidad. A las 19 horas se celebrará una misa y posteriormente actuará la Banda de Policía de la Provincia de Entre Ríos.

El milagro de Paraná

Candela Giarda, oriunda de Bajada Grande, en 2011 sufrió una grave encefalopatía y corría el riesgo de perder la vida. Ante la gravedad de su cuadro clínico, había sido trasladada a la Fundación Favaloro en Buenos Aires para recibir tratamiento.

Candela padecía crisis epilépticas diarias y un estado séptico causado por una bronconeumonía. Según contó su madre Roxana, nadie sabía explicarle que tenía. Años después, los especialistas concluyeron que la patología era FIRES (síndrome epiléptico por infección febril), una enfermedad que afecta a una persona en un millón y cuyo desenlace suele ser fatal.

El 22 de julio de 2011, una de las médicas que trataba a la nena le dijo que no podían hacer nada más por ella. “Cande se muere esta noche”, le anunció y la abrazó.

Entre lágrimas, Roxana fue a la parroquia Nuestra Señora de la Rábida, a pocos metros de la clínica para pedirle al Padre José Dabusti que fuera a ver a Candela. En los días de internación de su hija ese cura se había convertido en un sostén para Roxana y ahora ya era su último recurso.

“Cuando se acercó a la cama de Cande, rezó y me indicó que pusiese las manos arriba de ella y se la encomendó al Papa Juan Pablo I”. Roxana rezó y unas horas después de invocar a Juan Pablo I, la niña empezó a evolucionar de manera favorable.

Nadie pudo explicar qué pasó, pero Candela pronto pudo dejar la terapia intensiva, y finalmente volver a su casa.”

Se salvó gracias a la intercesión del Papa Luciani, Juan Pablo 1ro. El 4 de  septiembre de 2022, el Papa Francisco proclamó en la Plaza de San Pedro que «el Venerable Siervo de Dios Juan Pablo I, Papa, sea llamado en adelante Beato y que sea celebrado cada año en los lugares y según las reglas establecidas por la ley el 26 de agosto».

Durante la ceremonia de beatificación que presidió el Papa Francisco, en representación de la Arquidiócesis de Paraná, participó monseñor Eduardo Tanger. En esos días el Arzobispado publicó un mensaje en sus redes sociales dando gracias a Dios por el nuevo beato Juan Pablo I y recordando que el milagro que dio paso a la beatificación es de Paraná.