En una reflexión sobre el sentido que tienen estas prácticas en la vida de los católicos, el Padre Ariel Follonier compartió orientaciones sobre el ayuno y la abstinencia que la Iglesia Católica establece durante la Cuaresma.

«La iglesia a los católicos nos pide a partir de cierta edad determinada práctica penitencial que implica algo de renuncia», afirmó el Padre Follonier en su columna para Radio Corazón.

El sacerdote destacó que el ayuno está prescrito para el miércoles de ceniza y el Viernes Santo, especificando que aquellos que han cumplido 18 años hasta los 59 están obligados al ayuno. Señaló que «partiendo de una norma común y de un espíritu que da sentido a esa norma, corresponde a cada fiel buscar su medida».

«El corazón es que uno durante estos días, el miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, experimente el hambre, el deseo de comer. Y no porque sí simplemente, sino para acompañar a Cristo que pasa hambre», explicó el Padre Ariel.

En cuanto a la abstinencia de carne, el sacerdote aclaró que no se limita únicamente a los viernes de Cuaresma, sino que es obligatoria todos los viernes del año, excepto en las solemnidades. Propuso que en Argentina se puede sustituir la abstinencia de carne por otras acciones como la abstinencia de bebidas alcohólicas, obras de piedad o de misericordia.

El Padre Follonier enfatizó que el objetivo no es simplemente privarse, sino «acompañar a Cristo que pasa hambre» y acercarse a Dios y al prójimo a través de acciones de renuncia y caridad.

Con la llegada del miércoles de ceniza, el llamado a la penitencia se intensifica, invitando a los fieles a reflexionar sobre su compromiso con el ayuno y la abstinencia como medio de conexión espiritual durante la Cuaresma.