A continuación compartimos el resumen leído por el Santo Padre sobre la Catequesis de este miércoles 16. Allí Francisco continuó la explicación sobre el discernimiento y habló también de la desolación
“Queridos hermanos y hermanas:
En esta catequesis volvemos al tema del discernimiento, y hoy hablamos de la desolación. Es un estado de la vida espiritual en el que se experimenta insatisfacción, tristeza y soledad. Dios no responde, parece estar alejado, no sentimos los gustos en la oración que antes percibíamos. Y esto, lejos de ser un mal, es algo benéfico que nos ayuda a crecer, a mantenernos alerta y a ser humildes, disuadiéndonos de buscar en Dios nuestra satisfacción. Como vemos en la vida de los santos, esta prueba puede dar un impulso en nuestra vida. Por el contrario, querer siempre vivir una serenidad aséptica, nos hace caer en una indiferencia inhumana.
La desolación es también una llamada a la gratuidad, a no buscar jamás la gratificación emotiva. Esta es la base de una relación auténtica y madura con Dios y con los demás; nos lleva a aceptar al otro por sí mismo y no por lo que me aporta o por interés. Si captamos en profundidad la humanidad de Cristo como puerta del cielo, podremos llegar a preguntarle: “¿Cómo estás?”, aprendiendo a amarle precisamente en su sufrimiento y su soledad, y a hacerlos nuestros”.