
Desde la Congregación de las Hermanas Obreras Catequistas de Jesús Sacramentado se emitió el siguiente comunicado.
“Queremos llegar a cada una de ustedes para compartir nuestra realidad y explicar el motivo que nos llevó a rezar, discernir, evaluar y decidir no volver a firmar convenio con el COPNAF, que es la instancia de Gobierno a cargo de los niños en situación de riesgo y que viven, por decisión judicial, en Residencias transitorias hasta que la situación de su familia de origen se revierta o puedan ser adoptados. Como saben son muchos años los que llevamos poniéndonos al servicio de los niños tanto en «Ángeles Custodios» –Paraná- como en Santa Cecilia -Hernandarias- acogiendo la dolorosa realidad de estas vidas que debe asumir el Estado pero que, como Iglesia, nos ponemos al servicio, teniendo como centro a Jesús y su Evangelio.
Con el paso de los años, las Hermanas Obreras Catequistas de Jesús Sacramentado hemos ido sufriendo la disminución de vocaciones, realidad que lamentablemente compartimos con la Iglesia toda. Esto nos sitúa en un «hoy» que nos obliga a reorganizamos para continuar estando presentes en la iglesia y especialmente en la Arquidiócesis de Paraná
Desde marzo estamos trabajando en esta, hablando con la Autoridades competentes en los distintos ámbitos y buscando caminos.
Damos gracias a Dios y a la buena voluntad de quienes se han comprometido en ello en Hernandarias, donde la obra será atendida a partir del 5 de diciembre de 2021 -fecha en que vence el Convenio con el COPNAF por una ONG y la Municipalidad de Hernandarias ofreciendo como Congregación el edificio en comodato.
En «Ángeles Custodios» estamos acompañando y apoyando para que la obra pueda continuar. Las Hermanas, permaneceremos en la Comunidad, centrándonos en el apoyo espiritual, en la enseñanza catequística que es nuestro carisma: catequesis centrada en la Eucaristía, tanto en «Ángeles Custodios» como en el ámbito parroquial y/o diocesano.
Somos conscientes de nuestras limitaciones, pero eso no significa que las personas con las que venimos compartiendo esta misión no puedan asumir la responsabilidad y hacerse cargo de los Ángeles Custodios». Sabemos que sí pueden continuar: ellos lo quieren, los niños también, los vecinos nos han expresado lo mismo, al igual que los socios, la comunidad parroquial y tantas personas que se acercan a diario a la obra. Hay posibilidades reales para que se pueda continuar. Ponemos a disposición el edificio, que se está arreglando continuamente gracias al aporte de muchos de ustedes y que es necesario seguir mejorando para que continúe al servicio de los niños, de la catequesis y la evangelización. No es momento de desanimarnos, sino de seguir buscando caminos juntos para que Dios siga obrando a través de la presencia de cada uno de los que han apoyado esta obra durante tantos años.
Siempre será necesario y bienvenido su aporte, de las más diversas maneras: la oración, la visita, lo material, el asesoramiento profesional…… tanto por seguir haciendo en bien de los niños, que son el presente y el futuro de nuestra Patria”.