A continuación compartimos el resumen leído por el Santo Padre sobre la Catequesis de este miércoles 26 de mayo.
“Queridos hermanos y hermanas:
En la catequesis de hoy reflexionamos sobre una dificultad que para muchos supone una verdadera piedra de tropiezo en la vida espiritual. ¿Es verdad que Dios nos escucha? Y si lo hace, ¿por qué no obtengo lo que pido? Dos respuestas se pueden dar a esta cuestión, la primera y la más obvia es que nuestra mirada sobre las cosas es limitada y en la oración deberíamos intentar escuchar su voz y conformarnos con su designio de amor. Esta es la lección del Padrenuestro que en sus tres primeras peticiones nos llama a ponernos de parte de Dios: para que se haga la voluntad de Él, venga su reino, sea santificado su nombre. Lo contrario sería una suerte de magia que busca satisfacer los propios deseos, los propios intereses sin verificar si son o no son conformes al proyecto de Dios.
La segunda respuesta es más delicada, pues muchas personas rezan de forma humilde y piden cosas buenas, sin embargo, Dios no siempre responde en la forma que esperamos. Y aquí puede ser interesante fijarnos en la lección que nos da el Evangelio. Jesús recibe muchas peticiones de multitud de fieles que se acercan, a veces la respuesta es inmediata. En otras ocasiones, sin embargo, el Señor nos llama a la perseverancia, como a la mujer cananea que pedía por su hija, o nos llama a embarcarnos en un viaje de fe. Es el caso de Jairo, el jefe de la sinagoga, primero siente que Jesús se detiene para atender otra petición, después recibe la noticia de que ya no hay esperanza, pobre hombre. En todas estas situaciones Jesús nos llama a crecer en la fe, de modo que sea esta virtud la que guíe nuestra oración y todos nuestros deseos tengan como fin la mayor gloria de Dios”.