Bajo el lema “Toda vida vale”, Cáritas Argentina manifestó su rechazo al proyecto de legalización del aborto y convocó a los argentinos a “proteger especialmente la vida de los más frágiles y vulnerables, desde su concepción”.

“La pandemia que aún padecemos ha priorizado la atención de la salud de todos los habitantes de la Argentina, como en cada país. Cáritas ha redoblado sus esfuerzos para asistir a las necesidades básicas de nuestros hermanos y hermanas. Nos ha sorprendido y ha causado un gran dolor que ahora nos encontremos a las puertas del tratamiento de una ley para legalizar el aborto, un proyecto de ley que hace dos años no fue aprobado. Nuestra misión en Cáritas es recibir la vida como viene y acompañar a las familias, ayudando a las madres, padres e hijos en sus necesidades y protegerlos en sus fragilidades, no sólo buscando incluirlos en la vida social sino promoviéndolos para integrarlos, y así sean no sólo beneficiarios de programas sociales, sino que sean protagonistas en un proyecto de país para todas y todos los argentinos”, señaló Monseñor Carlos Tissera, Presidente de Cáritas Argentina.

El texto –fechado el pasado domingo 29, primer Domingo de Adviento- agrega que Cáritas acompaña y va a seguir al lado de las madres que enfrentan embarazos no deseados, cualquiera sea el camino que hayan transitado.

“Es difícil entender cómo hay legisladores que pueden votar una ley por la cual el Estado quita el principal derecho humano de la vida a algunas personas, que además están indefensas e indefensos. ¿Cómo es posible? Nadie puede hacerse el distraído que son personas y que cuidar la vida es la principal salud pública. Legalizar el aborto sería un brutal retroceso como sociedad humana, asimilable a eliminar otras vidas nacidas y  que por su condición de pobreza pueden molestar especialmente a algunos.

“El cuidado de la vida es un tema central de la enseñanza del Papa Francisco, quien lo expresó magníficamente en Laudato Si sobre el cuidado de la Casa Común. Coronó su enseñanza social en la Encíclica Fratelli Tutti, escrita en medio de la pandemia. Tiene como tema central la fraternidad y la amistad social, y cuyo basamento es la dignidad humana. Lo expresa claramente al referirse al descarte mundial: “En el fondo «no se considera ya a las personas como un valor primario que hay que respetar y amparar, especialmente si son pobres o discapacitadas, si “todavía no son útiles” —como los no nacidos—, o si “ya no sirven” —como los ancianos—. Nos hemos hecho insensibles a cualquier forma de despilfarro, comenzando por el de los alimentos, que es uno de los más vergonzosos»” (FT 18).

“Cáritas no quiere descartar a nadie. Sólo queremos incluir e integrar toda vida. No queremos perder energías en enfrentamientos y disputas coyunturales. Cáritas es como la sangre que es la primera en acudir donde hay una herida. Siempre estará junto a una madre que sufre, sin preguntar ni juzgar el porqué de su dolor. Si nos causa dolor una posible ley del aborto, igual dolor nos provoca ver a cristianos que defienden la vida por nacer y se olvidan de la vida ya nacida; que deshonran la dignidad de los pobres apoyando leyes de despojo de derechos adquiridos; o aquellos que vociferan contra el aborto y no mueven un dedo para estar junto a las madres que viven su embarazo en situaciones de pobreza, descarte o explotación”, concluyó Tissera.

A través de una reciente carta al Papa Francisco, un grupo de mujeres de las villas y barrios populares pidieron al Pontífice que las ayude a poder expresar que “nos sentimos presas de una situación donde está comprometida nuestra propia familia, nuestras hijas adolescentes y las futuras generaciones, que van creciendo con la idea de que nuestra vida es la no deseada y que no tenemos derecho a tener hijos por ser pobres”.

Ante el inminente debate del aborto, Cáritas Argentina quiere amplificar esas voces, por ser una de las instituciones que más trabaja cotidianamente para transformar la vida de las familias y comunidades vulnerables en cada rincón del país.

 

Cuidar al niño y a su madre

Cáritas Argentina asiste a mujeres embarazadas y niños a través de su Programa de Primera Infancia, que contribuye al desarrollo temprano e integral y está basado en la metodología de la Pastoral de la Crianza exitosa en Brasil y en otros países de Latinoamérica.  Su objetivo es promover una niñez sana, tanto en su aspecto físico, psíquico, social, moral y espiritual, con especial énfasis en las zonas pobres. Esta iniciativa, en línea con la Constitución Nacional, busca proteger la vida reconociendo al concebido como sujeto de derechos, y por tanto promoviendo la asistencia a este y a su madre, para posibilitar el nacimiento.

Solo hace falta ver cómo esos chicos, muchos de ellos no buscados por sus familias, logran crecer sanos y fuertes, física y espiritualmente, para darse cuenta del horror que hubiese significado matarlos. Esas miles de vidas, con sueños y posibilidades concretas de progreso, son un testimonio que nos interpela, alejado de fundamentalismos y culturas foráneas que nada tiene que ver con el país federal”.