Colaboración de la Prof. Celia Godoy, Responsable del Archivo Arquidiocesano 

Al Este de la Ciudad de Paraná, construido sobre una antigua Cantera, nos encontramos con el barrio de una importante parroquia. El paisaje se caracteriza por un constante declive hacia el arroyo, hasta conformar un borde barrancoso de diferentes niveles  a lo largo de la zona, alternando con hondonadas y allí esta querida parroquia que hoy festeja sus 25 años.

Pero antes de esta fecha ya tenía  su historia. Dentro de los límites de las parroquias San Miguel y Catedral, la zona era  atendida desde 1965 por los servidores de don Bosco, los padres Salesianos.

En 1935, llegaron los primeros sacerdotes: el P. Luis Ramasso y el P. José M. Brasesco, quienes iniciaron inmediatamente sus actividades apostólicas.

Va a ser recién en 1965 que se harán cargo de esta nueva parroquia de Don Bosco por un pedido del Obispo de Paraná al padre Inspector Juan Bautista Brisio.

En el pedido dice que la salud espiritual de las almas le exige aumentar el número de parroquias y los pocos sacerdotes y templos existentes, aconsejan solicitar la ayuda a los religiosos.

Como los padres salesianos tienen residencia, convenientemente distante de sedes parroquiales, esta residencia podría ser una nueva parroquia. Y que la población que rodea esa sede justifica la erección.

La nueva parroquia será de Santo Domingo Savio. Más conocida como Don Bosco; será deslindada de las de San Miguel, Catedral y Santa Teresita, con una población de 20.000 almas y alejadas de las sedes parroquiales.

Quedarán bajo la administración parroquial pero no serán propiedad de la congregación, la capilla de San Roque (en el Barrio Consejo) y que la otra puede ser sede parroquial más adelante, pero esta aun sin techar. (Esta obra queda sin efecto, ya que esta dentro del Barrio Maccarone y tiene problemas de escrituras)

El 24 de abril de 1965 se firma el convenio de entrega de la Parroquia de María Auxiliadora y Santo Domingo Savio. La capilla de María Auxiliadora queda para la Congregación, las otras dos solo para la administración.

En la planificación de las actividades parroquiales de abril de 1981 encontramos ya en Barrio consejo la capilla San Roque, en Barrio Belgrano la de San Cayetano, en Mariano Moreno, la de Nuestra Señora de la Esperanza, María Auxiliadora en el barrio Cantera Yatay a cargo de la hermana Catalina.

En San Cayetano, se da catequesis en sus 3 niveles y se cultiva un grupo juvenil y pre juvenil.

En junio de 1984 habiendo asumido como párroco de Don Bosco el Padre Ramón Yañuk, pide autorización para bautizar y casar en sus capillas, dada las distancias que la separan de la parroquia, ellas son San Roque, María Auxiliadora, San Cayetano y Nuestra Señora de la Esperanza

En julio de 1984 hay un pedido al Arzobispo Coadjutor Mons. Karlic de un sacerdote permanente para la capilla, seguida de las firmas de los solicitantes y en ella dice que en el año 1983 Año santo de la Redención había llegado la consigna “Abrid las puertas al Redentor” y ellos abrieron las puertas de sus corazones y las de la capilla también y esperaban ese sacerdote.

El 13 de octubre de 1984 la comisión pro templo le escribe al Arzobispo, Mons. Karlic preocupados por la demora de aprobación de los planos de la parroquia  y la devaluación del dinero que ellos tenían. Esta comisión tiene por objeto dice el pedido edificar un templo en honor de San Cayetano, para cubrir una urgente necesidad pastoral. La comunidad está ubicada en la periferia de la ciudad y el barrio cuenta con 2000 habitantes y donde hay numerosa cantidad de jóvenes y niños que no tienen la suficiente atención pastoral.

En la actualidad dice el pedido se cuenta con una capilla que contiene las mínimas necesidades, la que al finalizar la primera parte de la obra será demolida.

El 30 de octubre de 1993 se crea la parroquia desmembrándola de la parroquia Don Bosco. Se agradece a los Padres Salesianos su fecunda acción evangelizadora y se dispone que se siga venerando a la Virgen de María Auxiliadora.

A partir de ahí y durante 10 años va ser su primer párroco el padre Blas Corbalán. Cuando él llegó, la iglesia  era una estructura de ladrillo sin revocar, sin piso, sin un altar, sin el espacio para la adoración al Santísimo y mucho menos lugar para bautizar.

Hoy el Santo está en su lugar definitivo junto a la Virgen María Auxiliadora. Y su fiesta patronal es una de las más numerosas.

Escuchar nota al Padre Silvio Fariña

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