Así lo definió en Radio Corazón Monseñor Marcelo Colombo, Obispo designado en Mendoza y pastor en La Rioja. Además confirmó que la beatificación será en La Rioja con fecha a determinar.

 

El papa Francisco autorizó la publicación del decreto que reconoce el martirio en odio de la fe padecido por monseñor Enrique Angelelli, los padres Carlos Murias y Gabriel Longueville, y el laico Wenceslao Pedernera.

 

En Radio Corazón, Monseñor Colombo explicó que Angelelli fue “un Obispo argentino, asesinado en 1976. Había sido sacerdote en Roma, Obispo auxiliar en Córdoba y desde mi 1968 asumió el obispado de La Rioja. Fue una figura muy querida por el clero por su natural capacidad de diálogo y búsqueda al bien común. También un hombre de pensamiento abierto para comprender situaciones difíciles. Como obispo de La Rioja intentó, con muchos frutos, dar un cambio a la iglesia, proponiendo las directrices del Concilio Vaticano II. Trabajó mucho por la vida de la gente y para que los más pobres no queden en la esclavitud”.

 

Respecto a la muerte de Angelelli, Monseñor Colombo contó que “el 24 de marzo del 1976 comenzó la dictadura y el 4 de agosto fue asesinado. En 1975 el país había comenzado a ser asolado por bandas paramilitares y autoritarismo. Esto significó un espiral de violencia sobre la iglesia riojana”.

 

“El 25 de julio acribillaron al laico delante de su familia y el 4 de agosto fue este accidente disfrazado para generar el vuelco del vehículo. Fue todo clarificado y se entendió que fue por la misma dictadura. Se decretó la muerte provocada de Angelelli, se dispuso que había un plan determinado que había habido actores induciendo este delito”, explicó.

 

La figura del obispo riojano “era clave en el trabajo serio del pueblo. Se tiñó de crítica religiosa lo que en realidad era una crítica social. Los trabajadores de la minería, los rurales no tenían ningún tipo de asidero legal para sustentarse dignamente, muchas empleadas domésticas eran prácticamente esclavas. Era una provincia signada por la pobreza que Angelelli, con su buena voluntad, como pastor, quiso modificar”.

 

Finalmente aseguró que hoy Angelelli fue un “profeta de la comunión. Creía en el poder que tiene el amor de Dios que se expresa en la comunión con los hermanos. Estaba en contra de toda forma de aislamiento y de exponerse por encima de los demás. Ese mensaje, esa invitación a repecharlas juntos es para nosotros un mandato. Una sociedad que se salva a pedazos, es una sociedad que se suicida”.