El tercer Sínodo Arquidiocesano está llegando a su fin. Desde hace más de un año, cientos de sinodales, se reúnen una vez al mes para debatir sobre diferentes tópicos que tienen que ver con la Parroquia. La décima y última sesión ordinaria tuvo lugar el sábado 6 en las instalaciones del Cristo Redentor y estuvo nucleada en la “Renovación y/o conversión de los organismos de comunión y participación parroquiales en clave misionera”. El Padre Sergio Hayy, coordinador de la cuestión de trabajo, manifestó durante la sesión que “toda reforma exige motivar y entusiasmar en un nuevo camino, o procurar que la misma comunidad haga aflorar las motivaciones y el espíritu del cambio. Las reformas no se hacen por decreto”.
Esta sesión reunió a casi 300 laicos, sacerdotes y consagrados sinodales. El tema de esta cuestión estuvo en estrecha relación con el primer tema que buscaba reflexionar sobre la corresponsabilidad del laico católico. El instrumento de trabajo de esta cuestión hizo referencia a las estructuras caducas dentro de la Iglesia, a los organismos parroquiales al servicio de la comunión misionera y a la parroquia como casa de encuentro.
Durante la mañana, luego de un momento de oración, se realizaron las votaciones. En primer lugar se trabajó con el esquema de conclusiones de la novena cuestión: Formación de Agentes Pastorales y luego con las mociones de modificación de la octava cuestión Parroquia y Escuela Católica. A su vez, hubo un momento especial dedicado a la memoria del padre Enrique Oggier que falleció el pasado 26 de julio.