Luego de haber sido intervenido quirúrgicamente, el cardenal Estanislao Esteban Karlic llegó a Paraná el jueves 28. Temporariamente y hasta su rehabilitación plena pasara unos días en la comunidad de las Siervas de la Divina Providencia.

 

Según indicaron sus allegados, está muy bien y muy agradecido por todos los cuidados que ha recibido en el Hospital Austral, en casa de las Hermanas Ursulinas en Hurlingham y también de los hermanos de San Juan de Dios. Asimismo, Monseñor Karlic  ha querido expresar a su gran amigo, el sacerdote franciscano Jordán Ostojic su agradecimiento infinito por la ayuda y la coordinación de su estadía en Hurlingham.

El resultado final que dieron los estudios es que no quedan rastros de células malignas, de modo que no hará falta someterlo ni a terapia de rayos ni a quimioterapia. Sólo le falta recuperar la fuerza y movilidad plena de las piernas, cuestión que logrará con ayuda kinesiológica y ejercicios. Monseñor manifestó que está viviendo por primera vez en su vida la experiencia de la enfermedad y que esto ha sido y es una enorme riqueza espiritual, que le ha mostrado lo que es la caridad de la Iglesia y el valor que tiene la vida de tantas personas que se dedican a asistir a los enfermos. En lo personal, como dice, ha tenido que aprender a estar enfermo y a vivir una nueva manera de servir al Señor y a la Iglesia.

En cuanto a las visitas y llamada telefónicas, se recomienda prudencia por el momento, para evitar cansarlo y no dilatar su restablecimiento. Los sacerdotes como seminaristas pueden visitarlo cuando puedan, los laicos en general se les ruega que realicen las visitas con previo aviso.