En el feriado del viernes 27 -y pese a las condiciones climáticas muy adversas- tuvo lugar una nueva sesión del III Sínodo Arquidiocesano que se está llevando a cabo en nuestra diócesis para reflexionar y debatir sobre diferentes aspectos de la parroquia.
En esta ocasión, el eje de la discusión giró en torno a la parroquia como comunidad eucarística donde se debatió el documento de trabajo que abordó distintos puntos vinculados a cómo mejorar y revalorizar la eucaristía como celebración central de los cristianos.
Tal como lo prevé la organización del sínodo, la sesión comenzó pasadas las 9 de la mañana con una breve celebración y continuó con la votación de las conclusiones de la sesión anterior cuyo tema fue la comunicación. Aprobadas las conclusiones, el Pbro Néstor Kranevitter – miembro de la Comisión que elaboró el documento de trabajo sobre la 4ta cuestión – desarrolló los principales ejes del documento referidos a los aspectos que se pueden mejorar al vivir la eucaristía.
“La eucaristía es el corazón de la vida parroquial. La Iglesia vive de la Eucaristía, la Fe se alimenta de ella sabiendo que la liturgia es fundamentalmente obra de Dios”, expresó Kranevitter al mismo tiempo que rescató como fruto del sínodo la posibilidad que muchos de los presentes hayan logrado reflexiones profundas puestas de manifiesto en las propuestas presentadas.
Pasado el mediodía, los sinodales tuvieron tiempo para expresarse a través de más de veinte ponencias y finalmente se concluyó la jornada con la celebración de la Santa Misa en la Capilla del Colegio Cristo Redentor, la que fue presidida por el obispo auxiliar Monseñor Tanger y en la que se conmemoró a la Virgen de la Medalla Milagrosa.
Cabe recordar que de acuerdo al cronograma previsto, el próximo sábado 12 de diciembre tendrá lugar la última sesión de este año cerrándose las actividades de este 2015 con la apertura del Año de la Misericordia en las instalaciones de la Catedral.