Según el historiador eclesiástico de Entre Ríos Juan José Segura, Sebastián Gaboto a comienzos del siglo XVI, había puesto su empresa expedicionaria bajo el patrocinio de la Virgen del Rosario. Más tarde fue nombrada Patrona de la marina española y las naves que entonces entraban y navegaban por el río Paraná, la tenían como tal. Su devoción se fue popularizando en la región del Plata y esto explica que sean tantos los pueblos de esta zona que la tienen como Patrona.
En el año 1730, la población de la Bajada era muy escasa y en lo espiritual dependían de los curas españoles y de los de Santa Fe quienes delegaban sus atribuciones en algunos sacerdotes y misioneros que recorrían periódicamente el lugar; en particular en el Presbítero Maestro Don Miguel de Barcelona, que visitaba habitualmente la Bajada , donde se había levantado una pequeña Capilla dedicada a la Inmaculada Concepción.
El lugar donde estaba ubicada la Capilla es el mismo que hoy ocupa la Catedral de Paraná. A su alrededor comenzaron a construir sus casas el vecindario que se iba formando.
Si bien la amenaza de las invasiones de indios chaqueños y entrerrianos era constante, hubo momentos en que el peligro se agudizaba, el desamparo se hacía más patente y cundía el desaliento. Desde 1717, el Gobernador del Río de la Plata , Brigadier Don Bruno Mauricio de Zabala venía haciendo esfuerzos para lograr neutralizar las invasiones de los indios del litoral. Sabía por su experiencia con Montevideo, que la mejor manera de conculcar el problema era la fundación de poblaciones de forma estable y con autoridades constituidas con gentes propias. Eso suponía contar en el lugar con una población de cantidad y condiciones suficientes como para afrontar las tareas de defensa, gobierno y de servicios que se espera de una población. Pero contaba, por el momento, con dificultades serias que hacían muy difícil su concreción. El Gobierno favoreció entonces un procedimiento intermedio: insinuar a las autoridades eclesiásticas la creación de un Curato (Parroquia) en la Bajada.
Este proyecto se concretó el 23 de Octubre de 1730 cuando el Cabildo Eclesiástico de Buenos Aires (la sede episcopal estaba vacante), habiendo previamente consultado a los Curas de Santa Fe y a su Cabildo, con el dictamen desfavorable de aquellos y favorable de este último, resuelve crear en jurisdicción de Santa Fe el curato de los Arroyos (actual Rosario) y el de la otra Banda del Río Paraná toda la jurisdicción que obtiene aquella banda; se asigna por parroquia propia de su vecindad, la que con esta condición está próxima a construir a su costa el Sargento Mayor don Esteban Marcos de Mendoza, en cuyo ínterin se concluye podrá servir la que hay en dicho Pago. Y a la Parroquia propia de este Pago del río Paraná de la otra banda, se le entregarán los ornamentos y alhajas de la Capilla que se desalojó de Rincón. En ellos también está incluida la imagen de Nuestra Señora del Rosario que hoy preside la Catedral Metropolitana que llegará junto con los demás objetos a estas orillas el 27 de Agosto de 1731 y ya no se volverá a ir.
Por decreto del 25 de Octubre de 1730 el Gobernador Zabala manda ejecutar lo decidido por el Cabildo eclesiástico de Buenos Aires.
Estos dos documentos marcan el comienzo de la sociedad entrerriana. Antes de esta fecha estos territorios no tenían jurisdicción propia sino que pertenecían a la de Santa Fe y no merecían otra categoría que la subalterna de Pago. Nacía con la Parroquia una nueva entidad, una nueva ciudad, una nueva Provincia. Por primera vez estos territorios tenían una organización propia.
Por esto, la feligresía de Paraná siempre ha considerado a Nuestra Señora del Rosario no solo Patrona sino Fundadora de Paraná. Así cuando el 25 de junio de 1813 Paraná fue declarada Villa ya ostentaba 83 años de existencia y devoción mariana.
Nuestra Señora del Rosario Patrona de la Ciudad
El 25 de Junio de 1813, la Asamblea del año XIII ordenó, que el Pueblo de la Baxada del Paraná fuera elevado al rango de Villa bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario. Formaba parte de la asamblea, el representante del Continente de Entre Ríos, Presbítero Dr. Ramón Anchoris. El decreto fue firmado por Vicente López, Presidente e Hipólito Vieytes, Secretario y fue elegido como primer Alcalde el vecino don Andrés Pazos. Con esta decisión nació la villa de Nuestra Señora del Rosario de Paraná, llamada así por el Alcalde Pazos en su primera proclama dirigida al vecindario.
En 1823 la Parroquia estaba a cargo del Pbro. Francisco Dionisio Alvarez que se desempeñó con eficiencia y ponderación. Apenas se hace cargo, encuentra una situación irregular en cuanto al Patronazgo de la Parroquia. El culto a la Virgen del Rosario estaba poco menos que sustituido por el de San Miguel. La devoción a San Miguel era de antigua data ya que la ciudad se levantaba en terrenos que habían formado parte de la antigua estancia San Miguel de los padres jesuitas y donde parece hubo un oratorio dedicado al Arcángel. En esos últimos años la devoción a San Miguel junto con la de Santa Rosa de Lima se había visto acrecentada en detrimento de la devoción de Ntra. Sra. del Rosario. Buena parte de los fieles protestaba por esta anomalía y entonces el Párroco concibe la idea de hacer una consulta plebiscitaria a la población. Se hizo el acto eleccionario en Paraná y en las dos capellanías de la Parroquia : Alcaraz y la Matanza. En la Matanza (Victoria) se votó el 12 de Diciembre de 1824, en Alcaraz el 19 de Diciembre y en Paraná el 1 de Enero de 1825. En todos salió electa, con amplio margen, como Patrona Nuestra Sra. del Rosario quedando, más tarde, San Miguel como Patrono de la Provincia. El 23 de Febrero de 1825 el Párroco le escribía al Gobernador Sola sobre la celebración de la fiesta de la Virgen del Rosario.
Se recuperó así y se incentivó el culto a la Virgen del Rosario. A raíz de una solicitud de los fieles, se organizó definitivamente la Cofradía del Rosario el 5 de Octubre de 1833. En 1835 la Legislatura votó 150 pesos anuales para los gastos destinados a solemnizar las fiestas patronales. En 1842 Urquiza atribuye a la Virgen el triunfo de Arroyo Grande y en cumplimiento de un voto anterior hace depositar ante la Virgen del Rosario, un estandarte tomado al ejército enemigo.
En 1836 se decide, a pedido del mismo Cura Francisco Dionisio Alvarez la construcción del templo de San Miguel. Se supone que es en ocasión de la toma de esta decisión que el Gobierno entrerriano puso a la Provincia bajo el patronazgo de San Miguel.
El 8 de Diciembre 1973 el entonces Arzobispo Mons. Adolfo Tortolo coronó solemnemente la imagen de Nuestra Señora del Rosario en nombre de toda la población y de SS Pablo VI y, finalmente, el 25 de Diciembre del 2000, Año Jubilar, en el marco de una solemne celebración Monseñor Estanislao Esteban Karlic, junto al pueblo de Paraná, ratificó la consagración de la Ciudad a Nuestra señora del Rosario y reconoció la maternidad de la Virgen del Rosario sobre toda la Arquidiócesis.