El próximo domingo 01 de junio, Solemnidad de la Ascensión de nuestro Señor a los Cielos, tendrá lugar la 48º Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.

En el tradicional mensaje para esta jornada el Santo Padre coloca como tema «La comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro».

En la introducción el Papa contextualiza la cercanía que facilita la comunicación en el marco de las formas de exclusión. A continuación comenta el ideal al que deberían tender los medios de comunicación: ayudar a conocernos mejor, al encuentro y a la solidaridad. Pero ese ideal se ve ensombrecido con los aspectos problemáticos que los medios actuales también presentan: la velocidad de las informaciones que superan la capacidad de reflexión y juicio y el deseo de conexión digital que puede terminar por aislar del prójimo.

Llega así al primer punto que el Papa formula con una interrogante: «¿Qué es lo que nos ayuda a crecer en humanidad y en comprensión recíproca en el mundo digital?». Francisco propone recuperar un cierto sentido de lentitud y calma, un genuino deseo de escuchar al otro y apreciar los valores del cristianismo.

En un segundo punto, formulado también a modo de pregunta, el Santo Padre dice: «¿Cómo se puede poner la comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro?». Para responder a esta interrogante pone una cuestión fundamental: ¿quién es mi prójimo? La respuesta la da apelando a la sabiduría del Evangelio, concretamente a la parábola del buen samaritano, subrayando el poder de la comunicación como «proximidad». A continuación el Papa Francisco se detiene a recordar que «No basta pasar por las “calles” digitales, es decir simplemente estar conectados: es necesario que la conexión vaya acompañada de un verdadero encuentro». En esta dirección hace notar que las estrategias comunicativas no garantizan la belleza, la bondad y la verdad de la comunicación. Finalmente, en un tercer punto, el Papa formula una exhortación a abrir las puertas de la Iglesia: tanto para que la gente entre como para que el Evangelio cruce más allá del templo. Colocando esta invitación en el contexto digital, se subraya que las redes sociales «son hoy uno de los lugares donde vivir esta vocación». Y para eso hay que tener en cuenta que «No se ofrece un testimonio cristiano bombardeando mensajes religiosos, sino con la voluntad de donarse a los demás». En este sentido, el Papa propone el diálogo como modo concreto de acoger y «encontrar».

El Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2014 concluye con una invitación final: «No tengan miedo a hacerse ciudadanos del mundo digital». Previamente ha pedido a los destinatarios del mensaje «Que nuestra comunicación sea aceite perfumado para el dolor y vino bueno para la alegría».

 

Un poco de Historia

La Jornada Mundial de la Comunicación Social se viene celebrando en la Iglesia desde 1967 y fue instituida por expresa voluntad del Concilio Vaticano II (Cfr. Inter Mirífica, Art. 18; Instrucción Pastoral Comunión y Progreso Nos. 100 y 167).

Tres fueron los objetivos, fijados por el Concilio Vaticano II para esta Jornada y un cuarto por la Instrucción Pastoral Comunión y Progreso:

1. La Formación de las conciencias frente a las responsabilidades que incumben a cada individuo, grupo o sociedad, como usuarios de estos medios.

2. La invitación dirigida a los creyentes, a rezar para que dichos medios sean empleados conforme al diseño de Dios sobre la humanidad.

3. El estímulo dado a los católicos para sostener, con su generosidad, en un gesto de solidaridad de toda la comunidad eclesial, los gastos que exige el empleo de los medios de comunicación social en la Evangelización y en el progreso de los pueblos. (La colecta de esta Jornada, ha sido la única que creó y recomendó el Concilio Vaticano II)

4. Poner de relieve el papel de quienes trabajan en este sector. (Comunión y Progreso n.167).