La Historia que los paranaenses no conocemos
La Villa, «baxo la advocación de la Virgen del Rosario»
por: Prof. Sara del Rosario Mentasti
El 1º de octubre del año 1813 constituye la toma de decisión más importante para la BAXADA DEL PARANÁ, puesto que la villa queda definitivamente desligada del gobierno de Santa Fe, del cual venía dependiendo desde su iniciación como núcleo urbano. Allí queda organizado el Ayuntamiento. Su valor extremo reside en la institución de la autonomía entrerriana, y en el camino de elevación a la categoría de ciudad, alcanzado un 26 de agosto de 1826. La Asamblea General Constituyente, en la sesión del 25 de junio de 1813, eleva al pueblo de la Baxada a la categoría de Villa, bajo la advocación de NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO. El Cabildo debería estar integrado por un Alcalde Ordinario, un Regidor Decano, que supla las ausencias y enfermedades del primero, un alguacil Mayor, un Regidor defensor de pobres, otro de menores y un Síndico personero de la Villa. Fue designado como Alcalde, el vecino don Andrés Pazos. Entre los días 3 al 26 de setiembre del año señalado, permanecieron fijados en las principales esquinas del poblado, los bandos con la proclama que el nuevo funcionario dirigiera a sus vecinos al asumir su cargo.
Breve fue la existencia del Cabildo. El movimiento militar comandado por don Eusebio Hereñú, dos días antes de la batalla del Espinillo en febrero de 1814, depone a las autoridades militares de la Villa y con ellas al Ayuntamiento recientemente formado. A los Alcaldes de Hermandad de la organización hispana, que se sucedieron a partir de 1733, correspondió ejercer la alcaldía en Paraná, a contar de 1810, a los siguientes ciudadanos: Manuel Islas y Juan Garrigó; en 1811, fue reelegido este último, siguiéndole en 1812, Santiago Risso, Andrés Pazos, su sustituto Diego Miranda y nuevamente Juan Garrigó. En 1813 y 1814, cumplió dicho cargo, reiteradamente, Andrés Pazos.
¿Quién fue Andrés Pazos?. Cabe señalar que se trataba de un próspero comerciante de ultramarinos; su vivienda se encontraba ubicada sobre las barrancas en la desembocadura del Antoñico. Porteño de origen, transcurrió la mayor parte de su vida en Buenos Aires; en Paraná permaneció durante una década. Trabajó por la organización del Cabildo de la Villa. Fue un defensor de la causa de Mayo.
Hasta aquí hacemos clara y sintética referencia al acontecimiento histórico que remite hoy a la comunidad paranaense a conmemorar el 25 de Junio.
En la publicación de El Diario del día 25 de octubre del año 2002, expresábamos lo siguiente respecto al origen de Paraná: “…nos ha interesado particularmente recuperar para la memoria, un momento de su devenir que habla de la espontaneidad de su génesis, la decisión gubernamental y religiosa de crear un ámbito necesario para su evolución y vida, como lo constituye la creación de la Parroquia un 23 de octubre de 1730, que origina un sistema de relaciones rico en múltiples actividades: de promoción humana y espiritual, social y económica, cultural – educativa, y evangelizadora. No debemos soslayar la energía que irradia el fenómeno mariológico en la advocación de la Virgen del Rosario. Ella significó el elemento aglutinante y de poderosa energía, que con su fina maternidad cobijó a sus hijos en su crecimiento. En la historia de Latinoamérica, el estudio de la geografía mariana a lo largo y a lo ancho del continente, ha significado y significa una temática interesante de estudio por la singularidad de su presencia. Pérez Colman, al periodizar la historia de Paraná, nos habla de una primera etapa que transcurre durante el período colonial, y comprende hasta 1810. Tiempo comparable al de una infancia sin recursos propios, y carente de elementos vigorizantes para el crecimiento normal del organismo social. Situación que la obra de la Iglesia, desde la evangelización, primero asistemática y espontánea, y luego favorecida a través de la tarea del Cura Párroco, conformó la base de un desarrollo social que contribuye a entender el concepto que planteamos al comienzo de la conformación del espacio local como un área múltiple de análisis”.
A los estudiosos y aficionados a la Historia nos gratifica sanamente contribuir a encontrar los caminos y obras de realización social que generaron en otros tiempos, la síntesis de humanidad y proyección que nos convoca a un ahora pleno de desafíos. Creemos necesario invitar al encuentro con nosotros mismos. Hemos transitado a través del ser y hacer de nuestros antepasados, ayeres cargados de significado con presente convocante y futuros posibles.
El 23 de octubre, celebra la génesis de Paraná, al crearse la Parroquia, coronada con la presencia de la Imagen histórica de la Virgen del Rosario (1731), Patrona del río Paraná; y posteriormente Patrona de la Diócesis. El 25 de Junio, conmemora la elevación de la Baxada a la categoría de Villa, bajo la advocación de la Virgen del Rosario, y el nombramiento de su Alcalde Don Andrés Pazos. El 26 de Agosto, rememorando lo sucedido en 1826, su elevación a la categoría de Ciudad. De más está decir la proyección que adquiere nuestro lugar, cuando fuese designada Capital de la Confederación Argentina, durante la Presidencia de Justo José de Urquiza. Cabe entonces pensar, cuál puede considerarse como hito de iniciación de nuestra historia local, nosotros adherimos al 23 de octubre, para hablar de nuestra amada Paraná, la “catedral del río”.
Bibliografía
Aguirre Rojas, Carlos Antonio, Ensayos braudelianos. Itinerarios intelectuales y aportes historiográficos de Fernand Braudel, en Colección protextos -1-, Rosario, Prohistoria, Febrero, 2000.
Pérez Colman, La Parroquia y la ciudad de Paraná en su centenario 1730 – 1930, Paraná, La Acción, 1930.
Segura, Juan José Antonio, Historia eclesiástica de Entre Ríos, Paraná, Imprenta “Nogoyá”, 1961.