El Papa Francisco animó a los cristianos, creyentes de otras religiones y en general a todo el mundo, con motivo de la I Jornada Mundial de los Pobres, a invitar a los pobres «a nuestra mesa como invitados de honor», ya que así «podrán ser maestros que nos ayuden a vivir la fe de manera más coherente».
Los pobres, «con su confianza y disposición a dejarse ayudar, nos muestran de modo sobrio, y con frecuencia alegre, lo importante que es vivir con lo esencial y abandonarse a la providencia del Padre».
El Santo Padre realizó esta petición en el mensaje hecho público con motivo de esta primera Jornada, que se celebrará el domingo 19 de noviembre.
El Pontífice expresó su deseo de que las comunidades cristianas, en ese día «se comprometan a organizar diversos momentos de encuentro y de amistad, de solidaridad y de ayuda concreta».
«Podrán invitar a los pobres y a los voluntarios a participar juntos en la Eucaristía de ese domingo, de tal modo que se manifieste con más autenticidad la celebración de la Solemnidad de Cristo Rey del universo, el domingo siguiente».
Francisco propuso que «en ese domingo, si en nuestro vecindario viven pobres que solicitan protección y ayuda, acerquémonos a ellos: será el momento propicio para encontrar al Dios que buscamos».
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