“Feliz de ti por haber creído…” (Lc. 1,45), es el título del mensaje para esta Navidad de Monseñor Juan Alberto  Puiggari.

En el escrito, el arzobispo expresa que “Navidad es la oportunidad para posibilitar el nacimiento del Niño Jesús en nuestros corazones, el nacimiento de lo más real y verdadero que aún está virginal en lo profundo de nuestro ser. Por muy arraigadas que puedan estar en nosotros ciertas sombras, persiste en lo más profundo algo inmaculado”. El texto completo puede leerse aquí.

Navidad es la oportunidad para posibilitar el nacimiento del Niño Jesús en nuestros corazones, el nacimiento de lo más real y verdadero que aún está virginal en lo profundo de nuestro ser. Por muy arraigadas que puedan estar en nosotros ciertas sombras, persiste en lo más profundo algo inmaculado.

Navidad es dejarnos mirar por el Misterio que nos recuerda esa naturaleza original que hemos olvidado y nos ayuda a descubrir quiénes somos. Necesitamos de Alguien que nos explique que sufrimos porque hemos dejado de creer en la belleza y en el bien que aún arraigan en nosotros. Como María, necesitamos acoger “anunciaciones” que nos desconcierten, nos dejen sorprendidos y fascinados, abriendo horizontes inesperados.

Navidad es consentir los planes de Dios para mí.  Lo que Él quiere hacer en la historia, no lo puede hacer sin mí.  A nosotros se nos pide que nos ocupemos de lo ‘posible’, de lo ‘imposible’ se encargará Dios. ¿Qué es lo posible? Nuestra disposición, todo lo que está a nuestro alcance. Lo que suceda en nuestra disposición es tarea de Dios. Ese es en el fondo el misterio de la Encarnación, la conjunción plena de lo humano y lo divino.

Navidad es darnos cuenta que ese “” nadie lo puede pronunciar en nuestro nombre. Por eso y para eso existimos, para ser el “” de Dios hoy. Debemos creer que nosotros hacemos posible lo imposible a través de nuestro sí. El Nacimiento que esperamos no viene de ‘fuera’ ni de las ‘nubes’, viene de cada uno de nosotros si permitimos ser el “” de Dios, su manifestación, ser su hijo.

Navidad es redescubrir que Dios es nuestro Padre y que en  Cristo  tenemos una multitud de hermanos, muchos de los cuales están sufriendo y necesitan experimentar la Misericordia del Padre en nuestras actitudes concretas de servicio.

Feliz de ti por haber creído”, por haber confiado, porque cuando se cree se comienza a “ver” quienes realmente somos y ya no hay temor. Feliz Nacimiento de este Hijo que está adviniendo en nosotros y entre nosotros.

Feliz y santa Navidad, que el Niño Jesús los colme de bendiciones y que la Virgen  Madre se manifieste en nuestras vidas.

+ Mons. Juan Alberto Puiggari

Arzobispo de Paraná