Artículo de la Prof. Celia Godoy, Responsable del Archivo Arquidiocesano

Aniversario de la Arquidiócesis

Se cumplen en estos días, 160 años como Diócesis de Paraná. Para valorar cómo fue este camino, es necesario conocer nuestra historia. Desde las primeras comunidades estables a la vera del rio, de aborígenes y españoles que vivieron en esta rica tierra, han pasado algunos siglos. Compartimos la segunda entrega de este material, que continuará en el próximo Boletín Digital.

Y seguimos caminando y conociendo esta historia de nuestro Obispado. Del 10 de julio de 1855, este repositorio guarda un interesante documento del Padre Acevedo que está en latín y que tiene la particularidad de ser el único que ha quedado con el sello de Provincia de San Miguel que dice “Acevedo DelegatuseclesiasticushujusProvintiae s. MichaelisArcangeli de Entre =Ríos Alma EclessiaBonaerensisEpiscopuscanonicusHonorarius, et nova DiocesisLitoralensisEpiscopus…” Aquí quien sería el electo primer Obispo, el padre José Acevedo está pidiendo una Diócesis para el Litoral.

El 25 de septiembre de 1855 el Senado y la Cámara de Diputados de la Confederación Argentina sancionan con fuerza de ley, proveer al Poder Ejecutivo para proceder por los trámites civiles y canónicos, a la erección de una nueva Diócesis denominada Diócesis Litoral y del 3 de octubre de 1855, el Vicepresidente Carril decreta: Presentase a Su Santidad para Obispo del Litoral al antedicho Señor Dr. Don José Leonardo Acevedo.

Mons. Marino, en virtud de las facultades delegadas por el Papa, resuelve desmembrar las Provincias de Entre Ríos, Corrientes y Santa Fe, de la Diócesis de Buenos Aires. Expide el 4 de agosto de 1858 el decreto por el que dispone la Instalación del Vicariato. Envía copia al Obispo de Buenos Aires, Mons. Escalada, quien acata el pedido y ordena al notario Eclesiástico  que revise el archivo de la curia episcopal para enviar a Paraná los documentos que pudiesen corresponder a las tres provincias y que bajo inventario se entregaran al Dr. Juan José Álvarez para que fuese su portador

La gran ceremonia fue el 15 de agosto, y en ese día entraron en posesión de la jurisdicción y gobierno de la nueva iglesia el Sr. Canónigo senador de la Nación, Licenciado D. Miguel Vidal con el carácter y título de Vicario Apostólico Paranaense y el Sr. Canónigo Dr. Juan José Álvarez que hace esta reseña histórica, en el de Provisor y Vicario General, tomando este también a su cargo, interinamente, el curato de la iglesia matriz de esta ciudad.

El Pontífice Pio IX satisfizo los deseos  expresados por el ex Presidente Urquiza expidiendo con fecha 13 de junio de 1859, la Bula…

A modo ilustrativo quería hacer un alto aquí ya que en varios documentos aparece el nombre de Obispado del Litoral, cuando en realidad no es el nombre que se otorgó a la Bula. De la documentación que con el Gobierno Nacional guarda nuestro archivo adjunto copia de cartas de 1858, una de Juan del Campillo a Vidal encabezada Al Obispo Electo de la Diócesis Litoral, y de diciembre de ese año, dos cartas de Pedro Funes del Gobierno Nacional  dirigidas al Vicario Apostólico Miguel Vidal por diferentes motivos, pero ambas concluyen con la satisfacción por la tarea de organización canónica de las Iglesias del Litoral tanto tiempo privadas de los solícitos cuidados de un Pastor.

En los mismos días en que se llevaban a cabo estos actos, se procuraba encontrar un candidato a presentar en lugar del Primer Obispo Electo, ya fallecido. El senado en sesión del 10 de agosto votó la terna cuyo primer lugar ocupaba el Pbro. Luis José Gabriel Segura y Cubas, que obtuvo 9 votos. Por lo tanto Urquiza resolvió hacer la presentación de este sacerdote al Papa y expidió el correspondiente decreto el 17 de agosto de 1858.

Designó además un Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario en misión especial al Dr. Juan del Campillo. Su misión era  negociar un “concordato con la Santa Sede bajo las bases de nuestra religión y los principios fundamentales de nuestra Constitución” como decía su credencial. Si bien no solucionó algunos puntos de este Concordato, si logro la Erección Canónica de la Diócesis y la Preconización para la misma de Mons. Segura y Cubas.

Efectivamente, el 13 de junio de 1859 el Papa Pió IX expidió la Bula Vel a Primis, ereccional del Obispo Paranaense que confería a la ciudad de Paraná el rango de ciudad episcopal. El 27 de diciembre, el delegado Apostólico Mons. Marini, dicto el decreto de ejecución de la Bula.

El Vicario Apostólico cesaba ipso facto, luego que fuera preconizado y tomara posesión el nuevo prelado. La Diócesis abarcaba, las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Santa Fe. No se menciona Chaco y Formosa, territorios poblados por indios y pertenecientes al Obispado de Salta.

Se establecía la sede del Obispado en Paraná, Capital de la Confederación Argentina.    Se recomendaba el cumplimiento de la promesa de construir un nuevo templo, en honor del Arcángel San Miguel, destinado a Catedral, e instituía en Catedral la Iglesia del Rosario, allí existente.

Aceptaba la promesa del gobierno de adjudicar un edificio cerca de la Catedral para habitación del Obispo y su Curia y otro dotado de lo necesario para el seminario.

Consta  en el texto de la bula, donde especifica el territorio que ha de abarcar, la construcción de un nuevo templo y en su consecuencia, “con la misma autoridad Apostólica mandamos, que todos los instrumentos y cualesquiera escritos relativos a los habitantes, bienes eclesiásticos, lugares, cosas, derechas, causas, privilegios, gracias y favores de este nueva Diócesis Paranaense, se extraigan inmediatamente de la curia Episcopal de Buenos Aires, para colocarse y conservarse fielmente en la del Obispado para cualquier ocurrencia ulterior que pudiera surgir” . El Gobierno Nacional prometía adjudicar un edificio cercano a la Catedral para casa habitación del Obispo y su curia. Hasta ese momento la casa destinada para residencia y el establecimiento de la curia era la perteneciente a Doña Isabel de La Torre de Carriegos y el gobierno había pagado el alquiler.

Por este decreto se erige en Catedral la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, pero como el Gobierno se propone edificar un nuevo templo para catedral, se trasladan los derechos inherentes a la catedralidad, desde ahora y hasta que la obra se termine al nuevo templo,  dice el texto de la Bula.

El edificio se encontraba adyacente a la casa de Urquiza sobre la actual calle 25 de mayo (Industria y Pronunciamiento). En esa esquina Urquiza mando construir su residencia. Cuatro años más tarde, la cedió en Préstamo al Obispado de Paraná para su funcionamiento. La curia se trasladó entonces a esa residencia presidencial en su planta baja hasta 1892.

Al concluir el periodo presidencial de Urquiza, fueron electos Presidente Santiago Derqui y Vice Juan Esteban Pedernera que asumieron el 5 de marzo de 1860. El 18 de marzo de ese año, con la presencia del Presidente Derqui en la antigua y provisoria Catedral de Paraná se proclamó la bula. Por circular del día 20, Vidal comunico a las parroquias el haberse hecho la instalación definitiva de la nueva Diócesis y Catedral Paranaense.

Este nuestro primer Obispo, que había sido Cura y Vicario de Catamarca, Vicario Foráneo de la provincia y Diputado a las Cámaras en varios Periodos Legislativos.   Ocupó en 1855 la terna de candidatos al Obispado de San Juan de Cuyo.

El nuevo Obispo llegaba a Paraná el 23 de mayo de 1860, acompañado entre otros por Fray Mamerto Esquiú, quien ocuparía el cargo de secretario de Cámara y Gobierno.

 

 

Fuentes consultadas

Documentación Histórica de la Diócesis.

Legajo de Sacerdotes

Biografías del Padre Ezcurra

Juan L. Segura.  Historia Eclesiástica de Entre Ríos

Mons. Juan José Álvarez. Memoria histórica sobre el origen que tuvo la Diócesis de Paraná. Paraná 1889