“Si el Estado ayuda en lo económico, no lo hace en base a la cantidad de fieles. No nos manejamos por la cantidad de bautizados, ni siquiera hacemos mención a eso porque no sabemos cuántos bautizados hay. En ningún momento se ha considerado un aporte a la iglesia por cantidad de bautizados”, así lo explico el Padre Mauricio Landra, decano de la facultad de derecho canónico de la UCA con sede en Buenos Aires entrevistado por Radio Corazón, la radio del Arzobispado.

Frente a las distintas iniciativas que promueven la práctica de la apostasía colectiva y que han tenido lugar en los últimos tiempos, Landra explicó que “el término ‘apostasía’ tiene que ver con dejar de hacer algo. Esta práctica no es algo novedoso. El abandono de la fe, por distintas razones, siempre ocurrió. Este apartarse de la fe requiere de un acto humano concreto. El hecho de realizarlo, desde lo espiritual, nunca produce alegría en el pueblo de Dios. En otras palabras, lamentamos profundamente que alguien solicite esto. El dolor del abandono de la fe nos afecta a todos. Se considera un acto individual, más allá de que la solicitud sea colectiva”.

Una vez que la persona decide apostatar el registro de su bautismo no se borra en la Iglesia Católica. “Los archivos eclesiásticos en Argentina gozan de cierto respeto por acuerdos que existen. Los registros no se borran porque no hay una modificación en lo civil. Cuando se hace un reclamo de esto, muchas veces hay un corte y pegue de sitios web y se menciona la ley de Habeas Data. Hay un artículo en esa ley que permite a la iglesia llevar un registro de sus miembros. Lo que se protege en esa ley es la utilización de datos”.

Además, hizo referencia al concepto de bautismo impuesto que sirve como fundamento para fomentar la apostasía. “La invitación es verlo como hijos. A cada uno de nosotros no nos preguntaron muchas cosas, eligiendo lo que consideraban mejor. La fe es un regalo, no es una imposición”. “La Iglesia Católica tiene un status jurídico que lo se lo dio el Estado Nacional por lo que hizo la Iglesia para construir el país. Es una posición que se le da en la Constitución, en el Código Civil y también por supuesto un reconocimiento a los otros credos. Nunca en ningún momento de la historia de la relación Iglesia Estado argentino, se ha considerado la cantidad de fieles bautizados”, sostuvo.

Asimismo, respecto al dinero que recibe la Iglesia Católica del Estado, aseguró que “la Constitución no habla de un sostenimiento económico. El Estado quiso reconocer el culto preconstitucional del Estado que tenemos todos”.

Por otro lado, el sacerdote hizo referencia a la desinformación en torno a la iniciativa de la apostasía. “El fenómeno va más allá de la apostasía. Nos incluye en varios temas que no construyen al dialogo. Cuando algunos grupos impulsan estos movimientos, hablan de adoctrinamiento por parte del pueblo de Dios a la sociedad. Yo pienso que es al revés. Es lamentable porque el adoctrinamiento hace que uno copie y pegue conceptos que no entiende. Hay gente que va a apostatar sin entender el concepto de lo que quiere hacer”.

Finalmente aseguró que “hay que reconocer que falta un dialogo profundo. Hay muchos que dicen que lo hacen porque quieren, porque les gusta. Son expresiones que se objetivizan demasiado. Y en muchos órdenes de la vida, hay cosas que uno tiene que hacer cosas sin quererlas. A nivel Iglesia Argentina se está elaborando una guía sobre cómo apostatar. La idea es unificar criterios. Una de las consignas que se pondrán es que la solicitud debe ser presencial”.