En su mensaje de fin de año el arzobispo expresa su anhelo de que «en nuestros días tan agitados el Niño de Belén sea una luz de esperanza y amor».

 

«…les anuncio una Buena Nueva, una gran alegría para todo el pueblo…
les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor».
( Lc. 2,10-11 )

Haciendo mías las palabras del evangelista San Lucas, quiero desear a todos los fieles de la Arquidiócesis de Paraná una santa y feliz Navidad.

En la simpleza de un niño envuelto en pañales, Dios recuerda a los hombres de todo tiempo y nación, que su amor por cada uno no tiene fin; que en cada persona Él renueva la esperanza del mundo.

Que Dios haya querido nacer en el seno de una familia nos muestra el valor insustituible de la misma, verdadero santuario de la vida. Así nos enseña a querer a nuestra familia, a querernos en familia y a construir juntos una patria, que sea un lugar de armonía, amor y paz.

Que el Niño de Belén sea, en nuestros días tan agitados, una luz de esperanza y amor. Que Jesús nazca en cada corazón, en cada familia y renueve nuestro compromiso para hacer de nuestra Argentina y de nuestro mundo un lugar de paz, más cálido, lleno del amor de Dios quien no dudó en darnos a su Hijo y que nos invita, con su Gracia, a transformar este mundo en una casa más digna y justa para todos los hombres.

Que la Virgen María y San José, contemplando al Niño Dios, los bendigan.

Reciban mi saludo y paternal afecto: ¡feliz Navidad y bendecido Año Nuevo!

 

Monseñor Juan Alberto Puiggari
Arzobispo de Paraná