El próximo jueves 18 se publicará la Segunda Encíclica del Papa Francisco, en la cual se trata la temática del medio ambiente. El escrito, «Laudato Si’ (Alabado Seas, en latín) sobre el cuidado de la casa común».

El Papa invitó a acompañar este acontecimiento con una renovada atención a las situaciones de degradación ambiental, pero también de recuperación, en los propios territorios. En este sentido, subrayó que “esta encíclica está dirigida a todos». Oremos para que todos puedan recibir su mensaje y crecer en la responsabilidad hacia la casa común que Dios nos ha confiado”.

El título “Laudato Si” está tomado del Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís, el santo del que el Papa Francisco tomó su nombre. Será la segunda encíclica publicada en el pontificado de Francisco. La primera es Lumen Fidei, publicada el 5 de julio de 2013.

En los puntos 15 y 16 de la encíclica, últimos de la introducción, el Papa resume lo que es su intención y la estructura del documento:

 

15. “Espero que esta encíclica, que se suma a la doctrina social de la Iglesia, nos ayude a reconocer la magnitud, la urgencia y la belleza del reto al que nos enfrentamos. En primer lugar, voy a hacer un breve recorrido por diversos aspectos de la crisis ecológica actual con el fin de tomar los mejores frutos de la investigación científica ya está disponible. A partir de esta visión general, me ocuparé de algunos de los argumentos que nacen de la tradición judeo-cristiana, con el fin de dar mayor coherencia a nuestro compromiso con el medio ambiente. Después voy a tratar de llegar a las raíces de situación actual, con el fin de no  entender solamente los síntomas, sino también las causas profundas. Así podremos proponer una ecología que, en sus diversas dimensiones, integran el lugar específico que el ser humano ocupa en este mundo y sus relaciones con el mundo que le rodea. A la luz de tales reflexiones quisiera dar un paso al frente en algunas líneas de diálogo y de acción que involucran a cada uno de nosotros o a la política internacional. Por último, ya que estoy convencido de que cualquier cambio necesita de motivaciones y de un viaje educativo, voy a proponer algunas líneas de desarrollo humano inspirado en el tesoro de la experiencia espiritual cristiana.”

 

16. Cada capítulo, aunque tiene su propio tema y una metodología específica, toma a su vez, desde una nueva perspectiva, los temas importantes tratados en los capítulos anteriores. Esto se refiere especialmente a algunos pilares que atraviesan toda la Encíclica. Por ejemplo: la relación íntima entre los pobres y la fragilidad del planeta; la creencia de que todo en el mundo está estrechamente relacionado; la crítica del nuevo paradigma y las formas de poder que surgen de la tecnología; una invitación a buscar otras formas de entender la economía y el progreso; el valor intrínseco de toda criatura; el sentido humano de la ecología; la necesidad de debates sinceros y honestos; la grave responsabilidad de la política local e internacional; la cultura del descarte y la propuesta de un nuevo estilo de vida. Estos temas no están cerrados o abandonados, sino que constantemente se toman y son enriquecidos.