Junto a las reflexiones que presentamos «Felices los que trabajan por la paz» en el día de hoy, queremos proponer al pueblo de Dios y a todos los hombres de buena voluntad, una oración para que se rece la próxima fiesta patria del 25 de mayo.
Invitamos a que ese día en las diócesis del país, en las catedrales y santuarios, en las parroquias, capillas y en los hogares se ore por la convivencia pacífica de los argentinos utilizando la Oración por la Paz de San Francisco.

Señor,
haz de mí un instrumento de tu paz:
donde haya odio, que yo ponga el amor,
donde haya ofensa, que yo ponga el perdón;
donde haya discordia, que yo ponga la unión;
donde haya error, que yo ponga verdad;
donde haya duda, que yo ponga fe;
donde haya desesperación, que yo ponga esperanza;
donde haya tinieblas, que yo ponga luz;
donde haya tristeza, que yo ponga alegría.
Señor,
haz que yo no busque tanto:
ser consolado como consolar,
ser comprendido como comprender,
ser amado como amar.
Porque:
dando es como se recibe,
olvidándose de sí es como uno se encuentra,
perdonando es como se recibe el perdón,
y muriendo es como se resucita a la Vida.

Que Nuestra Señora de Luján nos cuide con su ternura de Madre y nos acompañe en la oración.

Los obispos argentinos
Pilar – 107 Asamblea plenaria
8 de mayo de 2014, Solemnidad de Nuestra Señora de Luján

 

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