El sábado 17 de septiembre, la Acción Católica Arquidiocesana de Paraná vivió su Asamblea estatutaria, que reunió a militantes grandes y chicos para celebrar la finalización de un trienio, y el comienzo de uno nuevo.

Desde las 8 de la mañana, compartiendo canciones, se hizo la presentación de las parroquias, se dieron las palabras de bienvenida a cargo del Presidente Diocesano saliente, Luis Pidone, y luego, el Asesor del Consejo Diocesano, el Pbro. José Carlos Badano, hizo la introducción y presentación del Lema «Ayer, Hoy y Siempre caminando hacia lo Alto», reafirmando que la Acción Católica, al celebrar los 80 años de vida, vuelve su mirada atrás para dar gracias, y de lo vivido toma fuerzas para mirar y ser respuesta fiel en el presente, y esperanza para el futuro.

Seguidamente, se compartió el video de los 80 años que armó el Consejo Nacional, y Paula Boiero, la saliente Responsable del Área Jóvenes Diocesana, hizo una exposición sobre «donde estamos hoy, y donde queremos llegar», para pasar a un trabajo en grupos, pensando entre todos que le hace falta a la ACA de hoy a nivel institucional y social, para convertirse en «la ACA que soñamos para los próximos 30 años».

A las 11 de la mañana, se celebró la Santa Misa, presidida por el Arzobispo de Paraná, Monseñor Juan Alberto Puiggari, quien en la homilía, invitó a todos los militantes de la institución a vivir en santidad, a volver los oídos a la voz de Cristo, y a responder a Dios desde la identidad de Acción Católica.

Llegado el medio día, se compartió el almuerzo, se hicieron breves juegos con los mas chicos, y quienes conforman el Equipo de Formación que está volviendo a nacer en la arquidiócesis, hicieron una reseña de como han comenzado a trabajar, y los objetivos que se propusieron para servir a todos los militantes, a partir del trienio que comienza.

Luego se pasó a la Asamblea Estatutaria propiamente dicha, donde se votaron los nuevos integrantes de las áreas, y paralelamente, varios militantes contaron su experiencia en la Jornada Mundial de la Juventud, vivida en Madrid el mes pasado.

Terminada la votación, se escucharon testimonios de aspirantes, prejuveniles, juveniles, jóvenes, adultos jóvenes y adultos, sobre lo que significa su vida y su trabajo en la institución, creando emotivos momentos que ensancharon el corazón de los militantes presentes, agradecidos por la vocación del estilo de vida que es la Acción Católica.

Llegando al final de la tarde, el presidente del Consejo Nacional, Emilio Inzaurraga, que estuvo compartiendo todos los momentos de la jornada, le habló a los presentes, dando testimonio de su vocación en la institución, repasando las prioridades que lleva en el orden nacional y destacando lo bueno de trabajar en consonancia con lo que pide la Iglesia de hoy, que es «vivir la CONTEMPLACIÓN, para seguir siempre a Jesús; la COMUNIÓN, para vivir a fondo la vida de la Iglesia y para estar en comunión también con la sociedad civil y política, y no ser indiferentes a los problemas de quienes comparten con nosotros la vida ; y por último, nuestra MISIÓN, que es estar siempre al servicio de los demás, testimoniando con nuestra vida el Evangelio». Y cerró sus palabras, dándole fuerza a los militantes presentes, diciendo » ¡la Acción Católica vale la pena!».

Por último, se dieron a conocer las nuevas autoridades y áreas diocesanas para el trienio 2012-2014, quedando el consejo y las áreas conformado de la siguiente manera:

Consejo Diocesano:
Presidente: Nilda López
Vicepresidente Primero: Armando Sánchez.
Vicepresidente Segunda: Paula boiero.
Secretaria: Beatriz Mascazzini
Tesorero: Javier Granero.

Area Adultos:
Responsables: Walter Rodriguez y Marisa Spinelli de Rodriguez.
Vocales: Eduardo Cáceres, Miriam Barrios, Marta Batáuz, Clotilde Gómez.

Area Jóvenes:
Responsables: Virginia Scoreanzi y José Bruselario.
Vocales: Eduardo Mascazinni, Emiliano murador, Maricel Mangia, Marcos Larraule,

Area Aspirantes:
Responsables: Sol Chaves y Juliana Saldaña
Vocales: Maritzu Aranza

Equipo de Formación:
Vocales: Natalia Padilla y Matías Follonier

¡Alabado sea Jesucristo!