El Santo Padre, como Pastor de toda la Iglesia, se preocupa también por las necesidades materiales de las diócesis más pobres, institutos religiosos y fieles en graves dificultades de pobreza: niños, adultos, ancianos, marginados, victimas de guerras y desastres naturales, educación cristiana etc.

 

¿Para qué sirve?

Para acompañar al Santo Padre en su misión como Pastor de toda la Iglesia y para ayudar concretamente a las innumerables obras de Caridad y Misericordia que el Papa mantiene en el mundo a favor de los más necesitados.

El valor eclesial de este gesto resulta evidente si tenemos en cuenta que las iniciativas caritativas son connaturales a la Iglesia, como ha indicado el Papa en su primera Encíclica Deus caritas est (25 de diciembre de 2005):

«La Iglesia nunca puede sentirse dispensada del ejercicio de la caridad como actividad organizada de los creyentes y, por otro lado, nunca habrá situaciones en las que no haga falta la caridad de cada cristiano individualmente, porque el hombre, más allá de la justicia, tiene y tendrá siempre necesidad de amor».

 

Nuestra comunión y participación de la Caridad del Papa

La Jornada de la Caridad del Papa es expresión de la participación de todos los fieles en las iniciativas del Obispo de Roma en beneficio de la Iglesia universal. Esto significa que lo recaudado en las colectas que se realizan en las misas celebradas el 2 y 3 de julio, serán destinadas a ayudar a personas y poblaciones en dificultad, siguiendo las intenciones y juicios del Papa.

 

¿Qué es la Jornada de la Caridad del Papa?

Es ante todo una invitación a dar gracias a Dios por el importante servicio que el Sucesor de Pedro cumple en la Iglesia, acompañándolo en su misión y rezando por él.

“Me consuela el hecho de que el Señor sabe trabajar y actuar con instrumentos insuficientes -dijo refi-riéndose a su elección como Papa- y sobre todo confío en vuestras oraciones” (primeras palabras al Pueblo de Dios a pocos segundos de ser elegido Papa).

“Aquí no se trata de honores -explicó al Colegio de los Cardenales en su primera audiencia del 22 de abril de 2005-, sino más bien de un servicio que hay que desempeñar con sencillez y disponibilidad, imitando a nuestro Maestro y Señor, que no vino a ser servido sino a servir, y que en la Última Cena lavó los pies de los apóstoles pidiéndoles que hicieran los mismo”.

 

Origen de la Jornada de la Caridad del Papa

En algunos lugares, todavía hoy, se conoce esta Jornada como “Jornada del Óbolo de San Pedro”: Es una práctica que tiene sus orígenes en el estilo de vida de las primeras comunidades cristianas.

Podemos leer un primer testimonio en el libro de los Hechos de los Apóstoles 2, 44 “Todos los creyentes se mantenían unidos y ponían lo suyo en común: vendían sus propiedades y sus bienes y distribuían el dinero entre ellos, según las necesidades de cada uno”. Con el cristianismo nace también la práctica de ayudar materialmente a quienes tienen la misión de anunciar el Evangelio, para que puedan entregarse enteramente a su ministerio, atendiendo también a los menesterosos (Hch 4,34; 11,29).

 

¿Cómo podemos participar de la Jornada?

  1. Con la oración personal y comunitaria rezando por las intenciones y misión del Papa.
  2. Con nuestra colaboración en las colectas que se realizan en las misas de los días 2 y 3 de julio de 2011.
  3. Puede hacer un depósito bancario a:
    Nombre: Nunciatura Apostólica
    Cuenta Corriente Nº 699132-001
    CBU: 02700106 10006991320014
    Banco SUPERVIELLE
    Sucursal: Av. Callao 1991
    CUIT de la Nunciatura: 30-52036684-5

    Invitamos a enviar el comprobante de la transacción con sus datos personales por mail al
    P. Robert Murphy
    Secretario Nunciatura Apostólica en Argentina
    ó por fax. al (+54-11) 4815.4097