Nuestra Diócesis vivirá un acontecimiento de gracia. Un regalo del amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Será sede del encuentro de los catequistas de las ocho diócesis que comprenden la región Litoral: Rafaela, Santa Fe, Rosario, Venado Tuerto, San Nicolás, Gualeguaychú, Concordia y Paraná.

Durante los días 27 y 28 de mayo, 130 congresistas trabajarán fuertemente en la Casa Mariápolis de nuestra ciudad y el domingo 29, más de 4.000 catequistas se encontrarán en la Plaza de las Colectividades para celebrar la fe y la misión.

Con el fin de comprender mejor la significatividad de este Congreso y los pasos que se han dado hasta este momento, transcribimos publicación sobre el tema, realizada por una revista catequística.

 

En el camino hacia el III Congreso Catequístico Nacional 

 

(Por Pbro. Walter Kuhry, Vice director de Junta Nacional de Catequesis y publicado por la Revista Didascalia, en diciembre de 2009).

 

 Haciendo algo de memoria…

Para comprender mejor este camino que la Iglesia en la Argentina nos invita a recorrer hacia el 3º Congreso catequístico Nacional, nos será muy fecundo, volver nuestra mirada hacia atrás y hacer algo de memoria. Los catequistas de hoy, somos herederos de una rica historia, rica de llamados, búsquedas y respuestas. Pongamos nuestra mirada en los dos congresos anteriores…

Desde el 15 al 19 de agosto de 1962 se reunió el Primer Congreso Catequístico Nacional, en la ciudad de Buenos Aires. Su lema fue: “Conocer para amar”. En aquel momento decían los obispos argentinos que querían iniciar un “Movimiento de apostolado catequístico”, y esto lo resolvían recogiendo el clamor de nuestra Iglesia en la Argentina. Conscientes de que la Catequesis no es sólo instrucción de la inteligencia, ni se reduce a una repetición infantil de fórmulas heredadas; sino que ella tiende a despertar, ilustrar y consolidar la fe. Aquel Congreso comenzó con trabajos en las juntas diocesanas, acerca del contenido y finalidad de la catequesis, la formación de los catequistas y la organización de la catequesis. A lo largo del Congreso se acentuó la necesidad de un contenido más bíblico y litúrgico, que la catequesis debe ser acompañada de una acción pastoral, y que abarque también a los adultos, la necesidad de implementar la formación de catequistas, y se destacó que la catequesis era un proceso y una iniciación a la vida cristiana. Este primer Congreso dejó sus frutos: se formó la Junta Catequística Central (hoy Junta Nacional) y la Comisión Episcopal de Catequesis (hoy Comisión Episcopal de Catequesis y Pastoral Bíblica).

 Veinticinco años después, del 10 al 12 de octubre de 1987, en Rosario, se realizó el 2º Congreso Catequístico Nacional. Ese año nos visitaba el Papa Juan Pablo II, y los obispos declaraban “Año Catequístico Nacional”, e invitaban al Congreso bajo el lema: “Juntos para una evangelización permanente”. El objetivo era: “Promover el Itinerario Catequístico Permanente (ICP) en las comunidades eclesiales, como respuesta a las exigencias de la nueva evangelización”. Claro que el trabajo venía desde lejos, desde cada comunidad parroquial, desde cada diócesis. En este Congreso la palabra la tuvieron los catequistas. Las ideas fuerzas fueron el Itinerario Catequístico Permanente, la comunidad eclesial como lugar de crecimiento y participación, y recibir la luz siempre nueva del evangelio a través de la Iglesia. Los frutos quedaron expresados en el documento del episcopado: “Juntos para una evangelización permanente”. Allí encontramos algunas insistencias: el hombre adulto como meta del Itinerario Catequístico Permanente, las familias como lugar de evangelización y catequesis, el carácter comunitario de la catequesis, la Catequesis Familiar como camino normal del Itinerario Catequístico Permanente, y la prioritaria formación de los catequistas.

Han pasado desde el 2º Congreso veintidós años, y nuestros obispos nos invitan a caminar hacia el 3º Congreso Catequístico Nacional, que se realizará en 2012. Quizás para nuestra cultura del día a día, del presente cuasi absoluto, ese año nos parezca lejano. Pero sabemos bien que no lo es. Sabemos que todo lo importante ha de ser preparado en todo sentido. Sin preparación sería temerario esperar profundidad. Y en ese camino estamos…

Motivaciones para este 3º Congreso 

Si bien pareciera que veinticinco años indica un ciclo, las motivaciones son mucho más profundas. Ante todo importa lo que el Espíritu Santo dice a la Iglesia. Así nos encontramos con voces que en la Iglesia nos van llamando a centrar la mirada en algunos desafíos, por ejemplo: la Iniciación Cristiana y la Conversión Pastoral. Nuestros obispos en Aparecida perciben “una evangelización con poco ardor y sin nuevos métodos y expresiones” (DA 100, c) En Navega Mar Adentro, el episcopado argentino indicaba el objetivo de “alentar y sostener una más orgánica y vigorosa acción evangelizadora” (NMA 1), porque esa es la mejor contribución que la Iglesia puede ofrecer al mundo. Y no podemos olvidar a Juan Pablo II que nos invitaba a mirar con gratitud el pasado, vivir con pasión el presente y enfrentar con esperanza el futuro. (Cfr. NMI 1)

Por eso recogemos con gratitud lo caminado en la catequesis de nuestro país. Queremos vivir con pasión este 3º Congreso. Para que nuestras respuestas-propuestas sean fecundas y transformadoras del mañana.

Al respecto es muy sugestivo que en la carta de la Junta Nacional, que nos presenta el inicio de este camino, se nos proponga:

• Contemplar, otear nuestro trabajo catequístico…

• Dejarnos iluminar por la Palabra y bucear en el misterio de Dios…

• Vislumbrar las propuestas y decisiones que nos permitan la conversión pastoral…

 Tres verbos, que tal vez no nos suenen tan habituales, y que por eso mismo nos pueden iluminar mucho. Veamos:

• Otear… Es ver desde la altura, con perspectiva, con alcance. Un otero es una elevación en el llano, que permite una mirada larga y amplia. Entonces se trata de ver nuestro trabajo catequístico así: mirando largo, sin frenarnos en lo inmediato, y mirando amplio, sin estrecheces, sin la acotación de mi personal experiencia, aunque partamos de ahí… Una mirada como la de Dios, capaz de taladrar las apariencias. Entonces es una mirada desde el corazón del creyente, al corazón de la realidad donde Dios ya está presente, trabajando, transformando…

• Bucear… Buscar en la profundidad, más aún cuando esto se refiere a la Palabra del Señor, a sus caminos y llamados. Vencer la tentación de la superficialidad y sumergirnos en el misterio de Dios y de sus designios, soportando la presión que siempre sentimos cuando dejamos la superficie y ganamos en hondura.

• Vislumbrar… Como quien de alguna manera ve lo que se viene. Así lo expresaba el Nuncio Mons. Adriano Bernardini, en el Encuentro Nacional de Catequistas (ENAC), el 15 de agosto de 2005, en la ciudad de Santa Fe, cuando nos decía, recordando palabras de Juan Pablo II, que debemos adelantar la aurora, y no que la aurora nos sorprenda a nosotros. Si la aurora nos sorprende no hemos cumplido nuestra misión… Ver, intuir lo que se viene para que nuestra respuesta sea propuesta desafiante y no acción tardía…

Ya estamos en marcha…

En fin, ya estamos en marcha hacia el 3º Congreso catequístico Nacional. Desde la Junta Nacional de Catequesis nos fue llegando a las diócesis la invitación a iniciar este camino. Este es ya el inicio del Congreso.

Este camino nos ayudará a centrar la mirada en lo que el Espíritu Santo le pide a nuestra Iglesia en la Argentina, y en cómo nosotros vamos respondiendo a sus mociones. Esta primera instancia es para trabajar en cada comunidad parroquial, en cada capilla, en cada pequeña comunidad cristiana. A todos los que hemos puesto las manos en el arado de la catequesis nos corresponde aportar, y eso es justamente lo que se espera: el aporte de todos.

Luego seguirán otras etapas. Así entonces el año próximo será la instancia diocesana. Luego en 2011 será el tiempo de trabajar en las regiones, para culminar en 2012 con el Congreso Nacional…

Vale la pena… El Señor nos llama, ¿vamos?…

La etapa parroquial mencionada en el artículo, en nuestra diócesis se realizó en el año 2009, y la diocesana el pasado 21 de agosto, día del catequista, en la ciudad de Viale. La instancia regional es la que se concretará, Dios mediante, el 27 – 28 y 29 de mayo en nuestra ciudad.

 

Todos los catequistas de la diócesis están invitados. Para participar, recibir el material correspondiente y ser parte de este acontecimiento histórico de Gracia comunicarse con la Junta Diocesana de Catequesis. 0343-4352996 o 0343-155-011143 juntadecatequesisparana@hotmail.com